Xbox One salió a la venta en España hace ya 3 años, y Microsoft anunció este año que la consola iba a sufrir el primer rediseño. Ese nuevo rediseño se llama Xbox One S, y trae interesantes novedades más allá de un tamaño reducido. La consola ha sido puesta a la venta hoy en las grandes plataformas comerciales.
Xbox One S trae características con las que debía haber contado el modelo original de cara a aguantar unos cuantos años más. Como principal novedad, la consola cuenta con un puerto HDMI actualizado a la última versión 2.0a, dotándolo así de compatibilidad con vídeo 4K en HDR, preparado para las próximas películas que saldrán utilizando estas características.
El 4K se queda sólo disponible para vídeos y películas, ya que la consola no tiene potencia suficiente para ejecutar juegos en 4K con unos gráficos aceptables. Probablemente veremos algún juego en 4K en la futura Project Scorpio. Al menos, por su precio, la Xbox One S se convierte en el reproductor Blu-Ray con HDR más barato del mercado.
La consola es un 40% más pequeña que la Xbox One original, y contará con un almacenamiento de hasta 2 terabytes. El transformador de la corriente ahora queda integrado en el interior de la consola. Además, incluye un nuevo mando que tiene mejor agarre, es más ergonómico, e incluye Bluetooth, lo cual permite que lo utilicemos con otros dispositivos que incluyan Bluetooth de manera nativa sin tener que recurrir a adaptadores, como tablets u ordenadores. También incluye jack de audio de 3.5mm.
La consola, según han analizado en Digital Foundry, utiliza un procesador de 16 nm frente a los 28 nm de la original, lo cual se traduce en menores temperaturas y menor consumo. Además, parece ser que rinde ligeramente mejor en algunos juegos, teniendo diferencias de hasta 8 FPS en juegos como Project CARS o de unos 2-3 fps más en otros juegos que exigen más rendimiento a la CPU. Con esto se confirma lo que dijeron los creadores de Gears of War en junio cuando anunciaron la consola, y que Microsoft desmintió. La gran mejora de rendimiento llegará con Project Scorpio, que tendrá una capacidad de procesamiento gráfico de 6 teraflops según afirman los últimos rumores, superando los 4.2 que tendrá PS4 Neo y quedando muy alejada de los 1.34 teraflops de la Xbox One y los 1.4 teraflops de la Xbox One S.
Lo que sí incluirá la Xbox One S es reescalado nativo de los juegos a 4K, pero esta opción queda lejos de mostrar 4K nativo, pues la diferencia con los 720p, 900p, o los 1080p que alcanzan pocos juegos en la consola es abismal. Además, los juegos serán compatibles con HDR, ofreciendo colores mucho más luminosos, y mejor contraste entre zonas claras y oscuras, permitiendo una iluminación más homogénea.
El precio de la consola en su versión de 2 TB es de 390 euros, unos 120 euros más de lo que cuesta la Xbox One ahora. Está disponible únicamente en color blanco. Cabe pensar si por el mismo precio no podrían haber añadido una opción con un SSD de 250 GB, para reducir drásticamente los tiempos de carga. De momento, se sabe que habrá modelos de 1 TB y 500 GB a un precio más reducido.