La seguridad en la red es un asunto que preocupa tanto a usuarios como empresas, y hasta a los propios gobiernos. Cada vez es mayor la información personal y empresarial que se comparte en la red, y es más susceptible de recibir ataques. Por ello, la Unión Europea está preocupada. A nivel nacional, la Policía se dedica a investigar este tipo de delitos, pero a nivel europeo falta cierta cohesión.
Es esta cohesión la que quiere fomentar la Unión Europea mediante un plan en el que planean invertir 450 millones de euros de fondos públicos, y los restantes 1.550 millones de euros que los aporten instituciones privadas. Este plan, conocido como la Asociación Público-privada de seguridad cibernética (cPPP) estará en pie durante el tercer cuatrimestre de este año, y empezará a recibir ofertas de empresas privadas para investigación y desarrollo a partir de principios del año que viene.
La Comisión Europea y el cuerpo general de gobierno de la Unión Europea se encuentran actualmente preocupados por la seguridad en toda la unión económica, y la posible exposición ante ciberataques. Así lo han hecho público en un informe publicado hoy, en el que incluso afirman que estos ciberataques podrían reducir la confianza interna en el mercado común europeo, tanto a nivel económico como a nivel social.
Con esta inversión, quiere que se mejore la inversión para desarrollar sistemas que permitan coordinar entre todos los países miembros las estrategias para luchar contra los problemas de seguridad en la red. Como muestra de esta tendencia, se han ido creando organismos pensados para aumentar la coordinación y la seguridad a nivel europeo, como ENISA, que es una agencia europea para la seguridad en la red y en la transmisión de información. También está el centro de respuesta de emergencias relacionadas con ordenadores, el CERT-EU, y la división de investigación de delitos cibernéticos de la Europol.
La Comisión Europea también ha especificado que debe haber directivos que sean conscientes de los riesgos que hay en las redes, sobre todo en los sectores de la energía, transportes, finanzas, salud, y en los de la comunicación. Además, deben estar preparados para saber cómo actuar en el caso de sufrir alguno de estos ataques.
Crear una red segura en Europa supondría mejorar la imagen de seguridad que tiene la Unión Europea, lo cual expondría debilidades en otras economías y en su seguridad, convirtiéndose en una gran ventaja competitiva. Actualmente, a pesar de que es segura, la red de infraestructuras tecnológicas de seguridad todavía está demasiado fragmentada para ser una opción sólida que permita competir contra otras opciones a nivel mundial.