El mosquito tigre es uno de los insectos más molestos de nuestro ecosistema. Con el inicio de las altas temperaturas, las zonas de aguas estancadas se convierten en un hervidero de estos seres que cada verano azotan la costa del Levante español. Pero este año la tecnología echará una mano a los habitantes de estas áreas y a sus visitantes gracias al uso de drones para limitar el impacto y evitar su reproducción.
Si pensabas que ya conocías todas las funciones útiles de los drones, el ayuntamiento de l’Alfàs del Pi en Alicante, ha decidido buscar una nueva utilidad para estas aeronaves controladas de forma remota. Estos aparatos ayudarán a elaborar una estrategia preventiva contra el mosquito tigre, localizando zonas húmedas y depósitos donde se haya quedado el agua estancada y que puedan ser el nido de las larvas de esta especie de insecto capaces de acribillar a picaduras a los habitantes de esta localidad.
En zonas costeras como Torrevieja, este insecto se ha convertido en los últimos años en una auténtica plaga para los habitantes de todo el litoral y por ello se quiere hacer todo lo posible desde ya, de cara a estar preparados este verano. El mosquito tigre es un insecto que se diferencia de la variedad normal básicamente por dos factores, es algo más pequeño que el mosquito tradicional, pero tiene unas rayas negras y blancas dotándolo de un aspecto atigrado.
Los drones llegan a zonas de cría del mosquito de difícil acceso
El soporte y uso de drones en tareas medioambientales es una de las funciones por las que se permite el vuelo de estos aparatos en zonas urbanas, y de hecho tanto la conservación forestal como la vigilancia de la flora y fauna autóctonas han sido usos que han sabido sacar todo el partido posible al empleo de drones controlados a distancia. La concejalía de Sanidad del municipio alicantino ha informado que la ayuda de estos gadgets será vital para tener vigilados los “puntos calientes de cría de estos insectos y así poder controlar su proliferación”.
La instalación de cámaras de vídeo y fotográficas en los drones permite obtener imágenes en zonas de difícil acceso como charcas o lagunas donde no sea cómodo llegar. El uso de estos aparatos podría extenderse a más localidades de la costa Este española, una de las zonas donde la plaga del mosquito tigre adopta una especial virulencia.