Un estudio realizado por los analistas KGI Securities arroja un cubo de agua fría a las esperanzas de que el Apple Watch vea incrementada su demanda en 2016. Según los datos que maneja la compañía, la demanda durante este ejercicio no superaría los 7 millones y medio de dispositivos, ni siquiera con un hipotético lanzamiento del Apple Watch 2. De cumplirse estas previsiones, Apple asistiría a la confirmación de que el mercado wearable no responde como esperaban.
En la keynote del mes de marzo los fans de la marca de la manzana mordida no tenían excesivas expectativas en grandes anuncios para el Apple Watch, sobre todo en lo concerniente al anuncio de una revisión del dispositivo y no hubo sorpresas en este sentido. Una rebaja de precio de 50 euros y nuevas correas de nylon trenzadas que aportaban una nueva variedad de colores para vestir tu muñeca.
Que los wearable no tengan todavía a gran atención del público puede que sea el motivo por el que Apple todavía no ve preciso poner toda la carne en el asador en un mercado que muchos consideran que está pendiente de eclosionar. Así lo hace al menos Ming-Chi Kuo, analista de la empresa KGI Securities que cree que las ventas del reloj inteligente de Apple van a ir todavía a menos este año y las cifra en 7,5 millones frente a los 10,6 millones estimados durante el pasado año.
Kuo se atreve a dar el dato de un descenso en ventas del 25% y lo argumenta en que el dispositivo de la marca de Cupertino no tiene cualidades de auténtico peso para el mercado que lo diferencien de otros modelos de los competidores. El propio analista cree que el Apple Watch 2 entrará en producción para ser lanzado a final de año pero las novedades que incorpore no serán tan revolucionarias como para provocar la fiebre que tuvieron otros productos de la marca en el pasado. Por otra parte otros medios hablaban de un lanzamiento anticipado para este mismo verano, con cambios significativos en el diseño.
El Apple Watch 2 podría tener el mismo diseño que el original
Esta fuente opina que el Apple Watch tendrá en el futuro un ritmo de revisión similar al de los teléfonos iPhone, permitiéndole poder estar al día de las novedades tecnológicas que afecten al mercado de los wearable. En un par de años comenzará a llegar la tecnología 5G y con ella los dispositivos wearable y el Internet de las Cosas deberá dar un paso adelante.
Aunque una de las principales notas discordantes con otros rumores previos es que el diseño será prácticamente idéntico al anterior en esta segunda versión, Kuo cree que esto solo será causante en parte de que las ventas bajen drásticamente en el 2016.