Miles de pasajeros no pudieron coger sus respectivos vuelos el pasado sábado debido a la caída del programa que los controladores aéreos del aeropuerto Orly de París utilizan para informar a los pilotos de las inclemencias meteorológicas y datos del medio ambiente en el momento de su despegue y aterrizaje.
El sistema DECOR, que es como realmente se llama, permaneció caído la mañana del pasado sábado durante más de treinta minutos y ocasionó que un gran número de vuelos no pudiesen aterrizar a tiempo y que muchos de los vuelos programados durante ese periodo de tiempo fuesen cancelados, ya que había niebla en esos momentos en los alrededores del aeropuerto parisino.
Ahora, unos días después de que se produjese este hecho, se sabe algo más sobre este problema que parece tiene su origen en el propio sistema y no vale buscar otros factores que afectasen, puesto que se trata de un sistema que se ejecuta en Windows 3.1, un sistema que salió al mercado hace más de 20 años y que resulta totalmente arcaico y obsoleto.
Tras la investigación de las causas del problema, el secretario general de la UNS-IESSA, aseguró que las herramientas utilizadas por los controladores del aeropuerto de París se ejecutan todas bajo cuatro sistemas operativos distintos, pero todo ellos son de entre 10 y 20 años atrás. Herramientas por lo tanto muy vulnerables a sufrir este tipo de problemas que desgraciadamente ocasionan un caos bastante importante en cualquiera de los aeropuertos en donde se utilizan.
Pero el problema no se queda únicamente ahí, y es que además todos estos sistemas son tan antiguos que ninguna de las compañías ofrece soporte sobre ellos. Además, están montados sobre unas máquinas que también están obsoletas y de las que difícilmente es posible encontrar cualquier tipo de recambio en alguna pieza dañada.
Es sorprendente ver como en la era en la que vivimos, podemos encontrar estos sistemas tan antiguos en herramientas tan importantes, aunque se espera que esto sean próximamente sustituidos por unos más modernos según ha dado a entender el Ministerio de transportes francés, que estima que para el 2017 todos estos sistemas hayan sido modernizados.
Este tipo de fallos no es la primera vez que ocurren, sin embargo, tanto las compañías como los aeropuertos no son muy dados a ofrecer información sobre los motivos de estas caídas en los sistemas. Para poner remedio a estos problemas, la propia United Airlines puso el pasado verano en marcha una campaña de recompensas para aquellos hackers que fuesen capaces de descubrir importantes fallos de seguridad en sus sistemas.