Si tuviésemos una bola de cristal que nos mostrase el futuro todo sería mucho más fácil, pero como de momento no venden ninguna, en el mundo de la tecnología, como en muchos otros, no nos queda otra que especular acerca de las tendencias que van a marcar nuestra vida a corto y medio plazo.
Ya hemos hablado en multitud de ocasiones de esas aplicaciones que tan de moda están últimamente, los asistentes de voz, más desde que Microsoft anunció que ya lo incorporaría en su nuevo y esperado Windows 10 con Cortana.
Todo empezó con el Siri de Apple, aunque Google no quiso quedarse atrás y dio un paso adelante con Google Now y algo muy similar ocurrió con Microsoft y su Cortana. Por lo tanto no cabe duda de que los desarrolladores de software están poniendo un especial interés en este tipo de aplicaciones, todo ello a pesar de que, tal y como hemos comentado en alguna ocasión, su uso aún no está demasiado consolidado. Quizá los primeros días tras comprar un dispositivo con un asistente de voz, nos haga gracia «pedirle favores» o «charlar» con el mismo, pero pasado un tiempo, casi que nos olvidamos de él.
Hay que tener en cuenta que estas no son las únicas alternativas disponibles en el mercado, ya que Blackberry cuenta con su Blackberry Assistant, en Google Play podemos descargar Sherpa next, o incluso Yahoo! lleva varios años trabajando en un proyecto de este tipo llamado Index. Si por el momento estas son herramientas que generalmente no tienen un uso continuado por parte de los usuarios, nos podemos llegar a preguntar cuál es realmente el interés de las compañías en seguir investigando e invirtiendo tiempo y dinero en este tema.
Pues quizá la respuesta venga de la mano de otro concepto que se está oyendo mucho últimamente, el llamado «Internet de las cosas». Esto se refiere a que todo tipo de productos dispongan de su propia conexión a Internet y de este modo podamos interactuar con las mismas de manera remota desde nuestro smartphone o tableta. Un claro ejemplo son los smartwatch, aunque se pretende llevar esta tecnología a electrodomésticos, ropa o todo tipo de productos electrónicos y del hogar.
Por lo tanto si unimos ambos conceptos, los asistentes de voz y el «Internet de las cosas», en un futuro no demasiado lejano nos podríamos encontrar con que podremos realizar todo tipo de acciones sobre productos de cualquier índole mediante órdenes dadas a viva voz. Sirva como ejemplo el Project Jacquard de Google, con el que se pretende que controlemos funciones de nuestro smartphone realizado gestos con la mano en nuestra ropa. Pues bien, si a ese concepto se le suma un asistente de voz, las utilidades serían infinitas.