Snapchat refuerza su aplicación con el Centro de Seguridad consciente de que su principal fortaleza está convirtiéndose al mismo tiempo en su mayor amenaza. Con esta app de mensajería instantánea se pueden enviar mensajes que se autodestruyen a otros contactos. Esta gran función pensando en la privacidad ha dado pie a problemas respecto a fotografías íntimas o comprometedoras que se envían a través del servicio de Snapchat y que posteriormente han podido ser colgadas en Internet.
Comunicarnos de forma gratuita con cualquier persona y desde cualquier lugar es hoy en día muy fácil si disponemos de un dispositivo móvil. Las aplicaciones de mensajería instantánea han popularizado tanto su uso que persona de todas las condiciones y edades las usan a diario en todo el mundo. Por desgracia, utilizar de forma incorrecta las ventajas de las funciones nos permiten algunas de ellas puede dar pie a situaciones desagradables sobre todo entre los usuarios más jóvenes y eso es algo que Snapchat parece decidida a desterrar. Se estima que más de la mitad de los usuarios de esta aplicación tienen entre 16 y 24 años, aunque casi un 80% declara ser conscientes de los riesgos en su uso.
El Safety Center (Centro de Seguridad) incluye una guía de uso enfocada para los padres de usuarios menores de edad, con consejos e información ya que los niños o jóvenes pueden desconocer los peligros ocultos de enviar cierta información o fotografía mediante estos medios. Bajo la creencia de que el mensaje se autodestruye al poco tiempo, una fotografía comprometedora o una revelación importante pueden llegar a ser utilizadas en contra del propio usuario.
Mandar una foto comprometedora entraña riesgos
El caso más común es una fotografía donde el usuario que la envía puede aparecer sin ropa. Aunque el envío de la misma se haga bajo un compromiso de confianza en la persona que la reciba y con la seguridad de que el mensaje va a ser borrado por Snapchat, se pueden realizar capturas de pantalla o hacer una foto de la pantalla del móvil con otra cámara con lo que la información enviada se comprometería al momento.
Aunque la propia Snapchat avisa al usuario de que alguien ha podido hacer una captura de la imagen, el uso de medios externos como otra cámara para fotografiar la pantalla del móvil es imposible de vigilar o limitar. No obstante la aplicación no es que haya puesto mucho de su parte anteriormente. Muchos lanzan la acusación de haber fomentado el uso del “sexting” incluso por la publicidad en la que dos chicas jóvenes aparecían con poca ropa, sugiriendo tal vez ese “otro” uso del servicio además del de la simple mensajería confidencial.