Un grupo de investigadores en Viena logra transmitir con éxito una imagen de Mozart mediante un haz de luz retorcida. Es la primera vez que se consigue realizar una conexión de este tipo al aire libre y su estabilidad plantea interesantes alternativas al futuro del mercado de la banda ancha.
La tecnología de la banda ancha ultrarrápida va poco a poco imponiéndose en el futuro. Tanto Vodafone ayer al anunciar sus resultados financieros trimestrales, como Telefónica haciendo lo propio hoy, confirman sus buenos números en cuanto al mercado de la fibra óptica y el 4G, dejando entrever la aceptación de conexiones a Internet más rápidas que se van consolidando. Pero en ocasiones el desarrollo de infraestructuras de este tipo puede ser un factor a tener muy en cuenta a la hora de por ejemplo desplegar la fibra óptica o cablear las redes hasta las viviendas.
La problemática es aún mayor en determinadas zonas de difícil acceso donde no siempre es posible hacer llegar este tipo de tecnología e incluso la banda ancha móvil se encuentran con dificultades de cobertura, y donde los usuarios de dichas áreas tienen que conformarse con velocidades de bajada y subida propias de hace una década. Es por ello que uno de los campos de la banda ancha hacia los que se mira con mayor interés es el desarrollo de otras tecnologías para transmitir datos por el aire como por ejemplo a través de un haz láser.
En esta ocasión el último avance en esta área se ha llevado a cabo en la ciudad de Viena en Austria, donde una pruebas realizadas han permitido enviar datos correspondientes a una imagen de Mozart, píxel a píxel a través de haces de luz retorcida. Ya en el pasado se ha conseguido alcanzar mediante esta técnica y el empleo de un haz láser a través de fibra óptica, velocidades de transmisión de 2,5 GB por segundo.
Las pruebas de envío de datos mediante láser de luz torsionada son un éxito
De este modo si la luz adquiere una forma de espiral se pueden evitar las turbulencias generadas por el propio aire y la calidad de la señal es mejor a la par que aumenta la estabilidad de la misma. Las pruebas llevadas a cabo en Viena han logrado completar con éxito el envío de los datos a un receptor situado a 3 kilómetros de distancia y los responsables de la investigación afirman que por primera vez se puede codificar la información para ser enviado a a través del haz láser de luz retorcida a tanta distancia, ya que las pruebas llevadas a cabo anteriormente limitaban mucho la longitud debido a estar siendo realizadas en un laboratorio. Este tipo de conexión puede ser ideal para transmitir datos protegidos ya que las características de la luz torsionada puede ayudar a la protección de la información que queramos enviar.