El minado de criptomonedas, por desgracia, se ha convertido en una actividad que consume mucha energía. Debido a lo lucrativa que puede ser esta actividad, los mineros están intentando rentabilizar al máximo sus ASICs para pagar lo mínimo posible por la electricidad que consumen. Hay granjas de minado cerca de fuentes renovables, como ocurre en Islandia, mientras que también las ha habido en China donde la electricidad es muy barata a cambio de quemar carbón. Ahora, por suerte, han encontrado una alternativo más ecológica.
Los mineros necesitan de una fuente de electricidad que sea estable, barata y, a ser posible sin emisiones contaminantes, ya que su elevado consumo está en el punto de mira de los ecologistas. Actualmente, el Bitcoin consume la mitad de electricidad que toda España junta.
Cada transacción de bitcoin consume 1.810 kWh, lo mismo que consumen 1,23 millones de transacciones con tarjetas VISA. También equivale a la mitad de la electricidad que consume un hogar en España al año.
Las nucleares se alían con las granjas de minado
Por ello, la empresa Talen Energy Corp. ha firmado un acuerdo con la empresa de minado de bitcoin TeraWulf Inc. para crear una granja de minado del tamaño de cuatro campos de fútbol al lado de la central nuclear que tiene la compañía en Pensilvania.
Otra empresa de energía nuclear, Energy Harbor Corp. se encargará de suministrar electricidad a Standard Power, otra empresa de minado, que abrirá su granja en Ohio en diciembre. Otra empresa, llamada Oklo Inc., está trabajando en crear una pequeña planta de fisión que utiliza combustible nuclear usado. Esa empresa ha firmado un acuerdo de 20 años con una empresa de minado y alojamiento llamada Compass Mining.
Gracias a esto, las centrales nucleares tienen un cliente al que suministrarle energía de manera constante y estable, garantizándose unos ingresos mínimos. A su vez, los mineros tienen una fuente de energía que se encuentra entre las menos contaminantes de la tierra, ya que sólo emiten vapor de agua.
No obstante, la energía nuclear sigue siendo polémica en algunos países por accidentes como el de Fukushima en 2011, a pesar de que los efectos nocivos en la sociedad de las fuentes energéticas contaminantes sean mucho mayores. Por ejemplo, hay muchas más muertes asociadas a las centrales térmicas que queman carbón.
La dificultad del minado ha aumentado con el paso de los años. A los pocos años de lanzarse el bitcoin ya dejó de ser rentable minarlo con un ordenador. Los precios y la dificultad hicieron que cada vez hubiera más competencia y complejidad, por lo que ahora sólo es rentable minarlo con ASICs, que son circuitos especializados en los cálculos que se realizan para mantener la red de bitcoin y garantizar las transacciones.
El minado viaja a Estados Unidos
Así, tener electricidad barata es clave para obtener un buen rendimiento en estas operaciones de minado y garantizar una rentabilidad más rápidamente. En Estados Unidos tienen incluso problemas de producción, donde en muchas ocasiones la energía nuclear no ha podido competir en las subastas con otras fuentes. Eso ha llevado al cierre de tres centrales en Illinois, y ha sido necesario aprobar un rescate para mantener las plantas funcionando.
El bitcoin no salvará a todas, pero si se construyen más granjas de minado sí es posible que se pueda garantizar la rentabilidad de muchas de ellas. A su vez, los mineros pueden decir que están minando con energía limpia. Además, muchas de estas granjas de minado se están yendo a Estados Unidos, por lo que, de manera indirecta, el control de las criptomonedas puede que vaya ahora hacia ellos en lugar de estar en China como ocurría hasta ahora, debido sobre todo a la prohibición de China anunciada la semana pasada.