Los niños usan desde pequeño todo tipo de tecnologías. La tablet en casa, el teléfono de los padres fuera de ella. Pero hay un momento al que siempre nos enfrentamos con dudas: ¿qué teléfono comprar a un niño o en qué debemos fijarnos a la hora de escoger el primer móvil para nuestro hijo? Hay una serie de aspectos interesantes en los que podemos fijarnos.
Elegir cuándo comprar o dar el primer móvil a un niño es una decisión muy personal que dependerá de cada persona, de cada familia y de las circunstancias de cada uno. No hay una edad a partir de la cual sea necesario y dependerá de las rutinas o las responsabilidades o la creencia de cada padre. Pero sí debemos tener en cuenta una serie de aspectos a la hora de elegir bien o saber cómo elegir el primer móvil de tu hijo, el primer teléfono para un niño.
Cuándo comprarlo y qué usos dar
No hay una fecha en la que haya que darle su primer teléfono y dependerá, como decimos, de la situación y del niño y de la familia. A cualquier edad tiene una serie de riesgos y tiene muchas ventajas el uso de la tecnología pero sí es aconsejable seguir una serie de pautas.
Aunque no hay una edad exacta y suele ser en la adolescencia (desde los once o doce años aproximadamente y dependerá de cada uno) sí debemos seguir una serie de consejos. Las recomendaciones básicas de especialistas del sector, como Lucia mi pediatra, son mantener una conversación previa en la que queden claro los usos del teléfono móvil o los riesgos que existen derivados del uso de las tecnologías. Cómo deben usarlo, qué deben tener en cuenta y no solo sobre el tiempo de uso sino sobre no compartir fotografías intimas, no hablar con desconocidos, no usar el teléfono para insultar, no compartir fotografías de personas que nos han enviado y no conocemos, etc.
El uso que hacemos de él será mucho más importante que el modelo de teléfono que tengan. Pero, una vez que quede claro las normas, solo queda elegir un teléfono que se adapte a ellos.
En qué debemos fijarnos
¿En qué deberíamos fijarnos al escoger un teléfono y acertar? Actualmente existen cientos de modelos en el mercado y no hace falta tener un tope de gama para enviar WhatsApp a sus compañeros de clase o recibir llamadas cuando está fuera de casa. Basta con menos.
A la hora de elegir un teléfono tendríamos en cuenta una serie de aspectos: que sea barato, que no sea frágil, que sea resistente al agua… Los niños y adolescentes no suelen tener el mismo cuidado con este tipo de dispositivos como puede tenerlo un adulto y siempre es recomendable que el teléfono que compremos no sea demasiado frágil: olvídate de pantallas curvas, de traseras de cristal y de móviles de gama premium porque es innecesario. Y, por supuesto, no solo compres el teléfono sino un protector de pantalla que lo proteja.
Es conveniente también que nos fijemos en la resistencia al agua para evitar ahogamientos involuntarios en piscinas, teléfonos móviles que se caen al váter, smartphones que se quedan en el bolsillo del bañador al meterse en la playa… Aunque no podemos evitar todo este tipo de catástrofes siempre será buena idea que el teléfono sea resistente al agua.
Una buena batería. La batería es importante en un adolescente que va a estar mucho tiempo usando el teléfono móvil o fuera de casa y que tenga una autonomía.
Además, bastará con poco. No hace falta la mejor cámara del mercado a los trece o catorce años ni es necesario que un niño o adolescente tenga el mejor iPhone. Hay muchos teléfonos móviles baratos de gama de entrada y por menos de 200 euros cumplen perfectamente en todos los aspectos para que pueda conectarse a Internet, ver Instagram, enviar mensajes a sus amigos e incluso hacer fotos y vídeos más que decentes sin recurrir a un móvil premium.
Qué debemos tener en cuenta
Una vez que hemos comprado el teléfono móvil o hemos elegido alguno de nuestros viejos smartphones para que lo use un niño, debemos configurarlo de la mejor manera posible para que pueda hacer un uso seguro del mismo. Dependiendo de la edad del menor es aconsejable el uso de un tipo de aplicaciones u otras siempre y cuando llegues a un acuerdo previo con él.
Podemos utilizar aplicaciones de control parental que bloquean las descargas de apps evitando así que el niño o la niña pueda bajarse aplicaciones que no sean correctas para su uso, por ejemplo. También podemos configurar el teléfono móvil para tener en todo momento la ubicación en tiempo real y conocer la ubicación, con alertas si sale de una zona segura.
Podemos personalizar un teléfono móvil con tantas opciones de seguridad como queramos independientemente del modelo que elijas y esto será más importante, junto con las normas previamente pactadas del uso del smartphone, que escoger el teléfono en sí.