Se le cae el pelo por continuar uno de los mayores servicios de IPTV pirata después de su cierre
Las autoridades lo tienen claro: en su proceso por acabar con la piratería, no se va a salvar ni el apuntador. Pero, en especial, quienes van a caer con más fuerza van a ser los que, como el protagonista de esta noticia, se han empeñado en convertir la piratería de IPTV en un negocio inmenso. Cada vez caen árboles más altos.
Seguramente te suene el nombre de Beast TV, el cual se convirtió, por derecho propio, en una de las redes de piratería de IPTV más grandes del mundo. Cerró en el año 2020 bajo petición judicial tras una intensa investigación en la que los agentes derribaron la plataforma de forma contundente. Pero parece que no desapareció del todo.
Cae el sucesor de Beast TV
En el momento en el que, a finales de 2020, se desvelaba el cierre de Beast TV, uno de sus revendedores principales, quien se encontraba en el top 10 facturando miles de dólares, se negó a perder su trabajo. Con rapidez, publicó un mensaje en la red, en su propio dominio, donde explicaba en un vídeo que Beast TV no había desaparecido.
Ese revendedor había decidido tomar el testigo de la red y ofrecer el mismo servicio, pero quedándose todos los ingresos limpios y actuando en colaboración con una socia. Todos los contactos de clientes que tenía, así como los que posiblemente pudo conseguir, recibieron sus correos e información para pasarse al nuevo servicio. Lo más probable es que no mantuviera todo el negocio original de Beast TV, pero sí una gran parte. No obstante, al final también ha sido capturado.
El plan tenía lagunas
No se puede decir que no exista riesgo en, justo cuando las autoridades anuncian que un servicio de IPTV pirata cierra, publicar un vídeo donde dices que no es verdad y que todo va a seguir «igual». Es decir, ¿no es el peor momento para hacer algo así? Lo más probable es que, ya ese día, los agentes tomasen nota de lo que estaban viendo y decidieran mantener a este revendedor vigilado por si acaso se terminaba convirtiendo en otro pez gordo al que dar caza. Por si esto fuera poco, el pirata en cuestión publicó el vídeo en su web con su nombre real firmando la noticia. ¿No encontró ningún error de cálculo en todo esto o estaba entusiasmado por convertirse en el rey de los piratas y no se dio cuenta de las señales de alarma?
Es posible que lo que pensara John Gwaka Magembe, el responsable al frente de este «nuevo» servicio de IPTV pirata, es que la investigación contra él se retrasaría mucho o que incluso no llegaría a nada. Y no se puede decir que estuviera equivocado en lo primero, puesto que han pasado varios años hasta que, por fin, la Dish Network, se ha puesto manos a la obra para acabar con él.
Y lo han hecho apoyándose en las facilidades que les está dando. Porque la venta del servicio de IPTV pirata no se lleva a cabo entre bambalinas, por Telegram o mediante comunicaciones privadas de otro tipo. No, en lugar de eso, el pirata tiene las tarifas publicadas en la web, desde donde se pueden contratar fácilmente para acceder a las aplicaciones de IPTV. Y, claro está, lo que han hecho los investigadores, tal y como reconocen, ha sido simplemente hacer la contratación del servicio y esperar a ver qué puertas les abría.
Les ha servido para mucho más de lo que esperaban. El proceso les ha llevado a conocer los nombres de los dos implicados, el mencionado John Magembe y su socia Joyce Berry. También les ha dado acceso a la interfaz de usuario privada que se ofrece a los suscriptores del servicio pirata. Por lo tanto, sin dificultades se han podido hacer con una cantidad de datos e información enorme, todo ello crucial para llevar a cabo la investigación y poder poner el punto de mira legal sobre ellos.
Ahora están enfrentándose a una demanda que podría implicar que tengan que pagar una multa que quieren que sea millonaria a un nivel exageradamente alto. Se dice que los abogados podrían llegar a exigir hasta 500 millones de dólares en concepto de daños legales o por compensación por el negocio ilegal que habría gestionado este pirata y su socia. Las dos páginas web que se mencionan en la demanda son channels4cheap.com y purchase-iptv.com, ambas todavía disponibles en estos momentos.
Lo curioso es que las previsiones apuntan a que el juicio y caso de John Magembe y su «sucesor» de Beast TV terminará antes que el caso de la web original, el cual todavía está en activo. Este ha pasado por distintas fases en las que la imputación de los piratas está resultando bastante caótica. Se ha escrito mucho sobre ello y algunos de los periodos de la disputa han sido extraños, como que uno de los dos imputados tenga que pasar 60 días en un correccional, pero durmiendo allí solo de viernes noche hasta lunes por la mañana. No obstante, el caso sigue abierto. En el PDF de la denuncia a Magembe disponible aquí se han incluido multitud de datos, como los que confirman su implicación como revendedor en el servicio original de Beast IPTV.
Lo que quieren las autoridades es que los piratas vean que la situación es seria y que, como es obvio, nadie debería intentar continuar un negocio de IPTV ilegal que ya se haya cerrado. El castigo a John Magembe posiblemente se utilizará como aviso para el resto de posibles personas que puedan estar en su situación.
Mientras, en otras regiones del mundo como España, se sigue presionando para reforzar las leyes contra el IPTV pirata. Se busca poder cerrar las emisiones y clausurar las webs sin previo aviso, aunque esto es algo que ya se hace en Italia y que Europa está revisando concienzudamente por si va en contra de algunos derechos fundamentales.