Que nuestro ordenador se infecte con un virus es algo que nos preocupa a todos. Nos da miedo pensar que abrir el email de un desconocido o incluso de una persona que conozcamos, pueda desencadenar un efecto en cadena que ponga en riesgo el equipo. ¿Es posible que esto pase?
La seguridad en los correos electrónicos ha cambiado mucho en los últimos años. Hoy día te podemos decir que abrir emails no es tan arriesgado como en el pasado, aunque hay algunas excepciones tal y como te comentaremos en las próximas líneas.
Hoy día estás a salvo
Como te decíamos, el uso del correo electrónico ha cambiado con el tiempo. En el pasado los clientes de correo electrónico prácticamente se podía decir que cargaban cualquier cosa que recibieran. No importaba mucho el contenido del mensaje o el tipo de código que hubiera en su interior. Simplemente se cargaba. Eso llevó a que se produjeran incidentes muy sonados, como un agujero de seguridad que tuvo Outlook debido a que permitió la ejecución de JavaScript. A través de este sistema, fueron miles de personas las que vieron cómo su correo electrónico se transformaba en el punto de infección de sus equipos.
En la actualidad, los clientes de correo, como Gmail, han levantado defensas férreas con el objetivo de impedir que se carguen mensajes que puedan transmitir virus o infecciones. Salvo algunos programas concretos que permitan que se ejecuten scripts de dudosa seguridad, por lo general no tienes nada de lo que preocuparte simplemente por abrir un mensaje. Incluso, si hoy día envías un correo desde Gmail que incluya código HTML, lo que hará el receptor en el cliente de Google será recibir el código tal y como si estuviera pegado en un archivo de texto. Es decir, no visualizarás el código convertido en un diseño web. Por ello, los riesgos de infección se reducen prácticamente en su totalidad.
Pero cuidado, porque existe peligro
Por mucho que no tengas que agobiarte en exceso por abrir los correos electrónicos que recibas en tu bandeja de entrada, sí que habrá algo de lo que estar al tanto. Se trata de las vías por las que los hackers sí que pueden llegar a infectar tu equipo mediante el envío de un correo electrónico. Hay dos principales que tener en cuenta y de las que protegerse: los archivos adjuntos y los enlaces.
Ahora que las defensas de los clientes de correo electrónico son altas, lo que hacen los scammers es utilizar los archivos adjuntos como forma de infectarte. La principal alarma se tendrá que encender en tu cabeza en el momento en el que recibas un archivo .exe de alguien. Estos siempre han sido los archivos de mayor volumen de riesgo y lo continúan siendo en la actualidad. Se trata de ejecutables que, en el momento en el que haces doble clic en ellos, pueden causar estragos en tu ordenador. Nunca sabes con qué tipo de infección te puedes encontrar. Puede ser malware, un troyano o cualquier otro tipo de virus. En todos los casos, lo mejor es no ejecutar archivos exe y así mantenerte protegido.
Pero ten en cuenta que este tipo de archivos no son los únicos peligros. Hoy día debes desconfiar de una gran cantidad de extensiones y de todo aquello que no te pueda parecer seguro. Por ejemplo, los documentos PDF también son conocidos por ser portadores de infecciones y de posibles virus. Debido a esto, nunca te arriesgues a abrir uno si no estás totalmente seguro de que no hay riesgo. No obstante, con los PDF puedes tener más manga ancha que con los exe. Con los ejecutables, incluso si te llegan de personas a las que conoces, te diremos que es mejor no abrirlos.
¿Qué es más recomendable?
Ante la duda, lo más adecuado es que ni siquiera abras los correos de personas que desconozcas o que te parezcan un intento de ataque. Por ejemplo, es frecuente que estos correos con virus lleguen con mensajes en inglés que puedes previsualizar, en parte, antes de abrirlos. También suelen ser de nombres que no te sonarán y a los que no encontrarás ninguna relación contigo. En el inicio de sus mensajes siempre incluyen algo que suele llamar tu atención. Pero si no te convencen, puedes ignorarlos y borrarlos sin más.
Podría ser que, si abres estos correos de virus, llegues a recibir una mayor cantidad de ellos, así que no harías mal en evitarlos y borrarlos. Tampoco es una mala idea que los marques como spam, para que así en futuras ocasiones tu cliente de correo sepa cómo tiene que actuar.
Además, no olvides la importancia de tener tu cliente de correo actualizado, de contar con un buen antivirus y de tener tu sistema operativo en su última versión, porque en un caso de riesgo todo puede acabar sumando para que evites problemas. Pero, resumiendo, no, no hay peligro en abrir los correos electrónicos que recibas. Recuerda que luego no debes pulsar ni en los enlaces sospechosos ni abrir archivos adjuntos que puedan ser peligrosos. Con eso ya estarás más que protegido.