Tras unos años de cierta calma, en los próximos tiempos vamos a vivir varios movimientos que van a cambiar el panorama de las telecomunicaciones en España, siendo los principales la fusión de Orange y MásMóvil y la venta de Vodafone España a Zegona. Estos hechos anticipan un nuevo escenario de mayor competitividad para el sector y una cruda guerra de precios.
La situación actual es una, pero la futura parece encaminada a una encarnizada lucha de precios porque hay varios operadores que cambiarán el estado actual del mercado y nadie querrá quedarse atrás.
Se avecina guerra de precios
Como decíamos, una vez que se formalicen dos de los mayores booms de los últimos años —los acuerdos Orange-MásMóvil y Vodafone-Zegona— empezaremos a tener un nuevo statu quo para las telecomunicaciones en España.
El sector lleva algunos años muy tensionado en España y estos movimientos harán que lo esté todavía más. Podríamos remontarnos a cuál fue el cambio que hizo que comenzaran las guerras de precios. Sin duda, no podemos obviar que la entrada de MásMóvil en el mercado de las telecomunicaciones móviles en España con precios bajos hizo que el mercado comenzase a competir de esa forma.
Esta estrategia la siguió a la perfección Digi. La operadora de origen rumano no solamente no ha subido precios, sino que los ha tirado en muchas de sus tarifas, no teniendo rival ahora mismo que pueda competir con dichos precios.
Habrá que ver cómo reacciona el mercado y cuál es la estrategia de los nuevos titanes que puedan surgir de los dos acuerdos mastodónticos. Sin embargo, todos los expertos del sector abogan por una guerra de precios nunca vista. «La única forma de conseguir clientes hoy en día es tirar los precios», reconocen.
El papel de la nueva Digi
Digi cuenta ya con una cartera de 4,3 millones de clientes móviles en España tras haberse disparado las portabilidades gracias a sus atractivos precios. En fibra continúan en ascenso. Las inversiones en su propia red de banda ancha han hecho que cerrasen la primera mitad del año con 1,1 clientes.
El operador de origen rumano va a ser uno de los principales beneficiados por la fusión de Orange y MásMóvil, ya que a todas luces va a convertirse en el remedy taker que se quede con los activos que Bruselas obliga a vender para autorizar la operación. Esto hará que Digi pueda ser más agresivo incluso en precios porque en el futuro (renovó hace poco) no dependerá de la red de Telefónica para todo lo que no sean capaces por sí mismos. Además, se convertirá en el cuarto operador nacional.
Esta posición de fortalecer a Digi va a tener efecto dominó y la guerra por los precios bajos va a tener que ser una realidad. «Lamentablemente esta es la baza comercial de los últimos quince años. A corto plazo soy pesimista con el mercado porque Digi es un jugador con una política de ultra bajo coste y Vodafone será ahora más agresivo en precios para ganar clientes«, explica Diego Cabezudo, ingeniero de Telecomunicaciones y fundador de Gigas, una tecnológica de servicios ‘cloud’ que hace tres años adquirió al operador portugués ONI.
En el caso de Vodafone, es precisamente el gran interrogante. Fuentes de Zegona han confirmado que no quieren ser «el nuevo Digi», pero la situación actual del operador rojo en la UCI y con un 2023 en el que ya han perdido 145.222 clientes de fibra, anticipan que el escenario será prácticamente convertir Vodafone España en lo que ahora mismo es Lowi y recuperar clientes a la mayor brevedad precisamente poniéndoselo difícil a un Digi que con las proyecciones actuales, si nada cambiase podría perder perfectamente su posición con Digi en los próximos meses.