Rusia intenta dejar Internet y construir una versión propia

Rusia intenta dejar Internet y construir una versión propia

Justo Romanos

Rusia, que se ha encontrado últimamente ante un crítico aislamiento forzado en Internet, planea optar por una opción alternativa que ya han comenzado a probar: el Internet soberano. Y aunque el nombre no es que genere ilusión, la idea no es realmente tan descabellada. Al fin y al cabo, otros países ya están siguiendo una filosofía similar a fin de controlar a sus ciudadanos.

El Internet soberano se ha dado a conocer en las últimas horas debido a que Rusia lo acaba de poner en práctica y ha fallado estrepitosamente en el proceso. La prueba les ha salido muy rana, dado que se han producido cortes importantes en el servicio de Internet y se ha mostrado como una herramienta de poca estabilidad. No obstante, van a continuar trabajando en este proyecto que les permitirá tener «su propio» Internet y así independizarse.

Un Internet menos libre

Ese es el concepto del que parte el Internet soberano, tratarse de una versión de la red que estará totalmente controlada por el gobierno ruso y que hará que los usuarios solo vean lo que ellos quieran que vean. La idea no debería resultar tan sorprendente porque ya es algo que está ocurriendo en Corea del Norte, así que Rusia simplemente estaría respondiendo a una terrible tendencia al alza.

La tecnología que utiliza esta versión propia de Internet incluye todo tipo de sistemas de control, bloqueadores de conexión y procesos como inspección profunda de paquetes para que las posibilidades en manos de los usuarios se reduzcan drásticamente. Así, en el momento en el que el Internet soberano ocupe el lugar de la versión normal de Internet en Rusia, los ciudadanos del país ya no podrían, por ejemplo, volverse a conectar a las redes sociales occidentales. Se acabaría Twitter, Facebook, Instagram, TikTok y todo lo demás. Solo quedarían las herramientas rusas y, por supuesto, todas ellas bajo un marcado y control que no invita al optimismo.

El objetivo es aislarse

Lo que creen los expertos que podría ocurrir si esta tendencia se extiende, es que, al final, Internet como lo conocemos hoy día, la World Wide Web, se encontraría en riesgo. Cada nuevo país que diseña su propia versión de Internet y que se aísla de la general, lo que está haciendo es imponer unos límites y unas barreras que harán que todo resulte más difícil para las personas y empresas que disfrutan de la vida online.

El problema principal es que, desde el punto de vista de Rusia y de otros países que tienen un estilo similar de gobierno, el proyecto de tener su propio Internet resulta atractivo. Lo que quieren es que todo esté bajo el control del gobierno y en manos de entidades rusas. Hasta ahora han intentado atraer a la máxima cantidad de personas hacia los servicios propios de Rusia, pero han visto que, a cierto punto, es difícil luchar contra la maquinaria de Occidente. Por mucho que tengan redes sociales rusas, sigue habiendo muchos ciudadanos que usan los servicios globales.

Debido a esto, han entendido que la mejor forma que tienen de «ganar la batalla» es bloqueando el acceso a los servicios occidentales. Con esa presión, saben que a los usuarios rusos no les quedará ninguna otra opción que darse de alta en las herramientas supervisadas por el país. Será una situación en la que no habrá elección. Hasta cierto punto, lo único positivo a lo que se pueden aferrar los usuarios rusos es que el gobierno tenga en cuenta el proporcionarles todos los servicios fundamentales de Internet y no dejar su entretenimiento en el dique seco. No solo cuentan con sus propias redes sociales, sino también con portales de noticias o aplicaciones bancarias. Pero todo, absolutamente todo, está bajo el control del gobierno.

Dicen quienes han vivido la situación, que esto mismo pasó tiempo atrás con la televisión. El gobierno ruso tomó el control de los canales y se ocupó de bloquear todo el contenido occidental y de mantener todas las producciones bajo supervisión. Los ciudadanos perdieron la televisión y se refugiaron en Internet, donde ahora también están viendo que se acerca el final. La nota positiva es que, como decíamos antes, las pruebas que han hecho no les han salido bien. Al desconectarse del Internet global y dejar solo activo el soberano, lo que ha visto el gobierno ruso es que muchos de sus servicios propios tampoco funcionaban. Por ello, es posible que todavía estén lejos de implementar el cambio de una forma definitiva.

Mientras tanto, Rusia está desarrollando y lanzando aplicaciones alternativas de las occidentales de mayor popularidad. Ya tienen un clon de YouTube en el cual han contratado a youtubers rusos para que se cambien y atraigan al público, y se comenta que están preparando la versión rusa de Telegram. También quieren llegar a tener un método de bloquear los accesos con VPN que están haciendo los rusos de forma constante a páginas y servicios bloqueados en Rusia. Pero eso les va a costar más.