Para ser funcionario del estado o empleado público no siempre es necesario tener un título universitario. Existen otros puestos de trabajo en los que la formación académica que se exige es menor. Si es tu caso y quieres saber cuáles son los requisitos que piden, aquí te dejamos las titulaciones que pueden pedirte.
Hay un mínimo que exigen para ser empleado público en España, pero eso no quiere decir que no tengas la oportunidad. Sin embargo, al igual que sucede en otros trabajos, en función del nivel de estudios que tengas, podrás tener la oportunidad de opositar para un puesto u otro. Por lo tanto, si estás pensando en ser funcionario, te conviene conocer la clasificación en grupos que existe en nuestro país.
Más nivel de estudios, más opciones
Aquellas personas que cuenten con un nivel superior en lo que se refiere a la formación académica (titulación universitaria, bachillerato, etc.), tendrán acceso a más niveles. No solo a los superiores, sino que si en tu caso tienes un grado alto, tendrás la opción de opositar para los niveles inferiores. Para esto te dejamos la clasificación en grupos de titulación según el nivel de estudios que se pide para poder ingresar:
- Grupo A
- Subgrupo A1: para este subgrupo hace falta estar en posesión del título universitario de Grado, Ingeniero, Arquitecto, Licenciado o parecido. En aquellos supuestos en los que la Ley exija otro título universitario, será este el que se tenga en cuenta, es decir, cuando te pidan un título en particular.
- Subgrupo A2: se exige contar con un título universitario de Grado, Ingeniero técnico, Arquitecto técnico, Diplomado universitario, Formación profesional de tercer grado o similar.
- Grupo B: se pide estar en posesión del título de Técnico Superior en FP o formación profesional de Grado Superior.
- Grupo C
- Subgrupo C1: en este caso hace falta estar en posesión del título de Bachiller o Técnico o equivalente.
- Subgrupo C2: se pide tener un título de graduado en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) o uno que sea equivalente como FP1.
Sin embargo, hay otro grupo más que veremos con más detalle a continuación.
¿Oposiciones sin estudios?
Dejando a un lado los grupos anteriores, también está el Grupo E, aunque pasó a denominarse como ‘Otras agrupaciones profesionales sin requisito de titulación‘. Estas son las oposiciones más sencillas generalmente, ya que no piden siquiera título académico, es decir, no hace falta contar con unos estudios en concreto para opositar para aquellos empleos públicos que formen parte de este grupo.
En este caso, puedes encontrar las siguientes oposiciones: personal de limpieza, cocineros, celadores, vigilantes, peones de obra, chófer, subalternos, etc. Y todo esto dentro de la administración del Estado, administraciones de las comunidades autónomas, entidades locales como ayuntamientos o universidades públicas.
Ventajas y desventajas de opositar sin estudios
Opositar es una labor bastante complicada a la que tienes que dedicarle muchas horas de estudio si quieres destacar sobre los demás y salir del examen con una buena nota que te permita acceder al puesto de trabajo público. Por lo que no es nada fácil sacarse unas oposiciones sin ayuda de una academia, así que aunque sea una opción, siempre es recomendable tener un apoyo académico para mejorar tus percepciones.
No obstante, una de las ventajas es que vas a tener más tiempo para estudiar que si estuvieras acudiendo al instituto o a la universidad, por lo tanto será más beneficioso disponer de una preparación más larga para afrontar la evaluación y poder organizarte con antelación. Ten en cuenta que solo se realiza un examen al año, así que aprovecha al máximo las horas libres para empollar.
En cuanto a los inconvenientes de una oposición sin estudios, es posible que acabes trabajando en un puesto con un salario menos abultado que el que pudiera recibir una persona con un título universitario. Como hemos comentado anteriormente, para cargos de personal de limpieza o peones de obra se requiere menos cualificación que aquellos trabajos que supongan un nivel de aprendizaje más elevado.
Otros requisitos generales
En definitiva, hay que tener en cuenta que puedes convertirte en funcionario sin importar tu formación académica en función del puesto que quieras. Y eso no es todo, ya que también hace falta cumplir otros requisitos generales:
- Nacionalidad: tienes que contar con la nacionalidad española. O puedes participar en una oposición como personal oficial (aunque algunos empleos exigen sí o sí esta nacionalidad):
- «Los nacionales de los Estados Miembros de la Unión Europea.
- El cónyuge de los españoles y de los nacionales de otros Estados miembros de la Unión Europea, cualquiera que sea de su nacionalidad siempre que no estén separados de derecho. Asimismo, con las mismas condiciones, participarán los descendientes menores de veintiún años o mayores de dicha edad que sean dependientes.
- Las personas incluidas en el ámbito de aplicación de los Tratados Internacionales celebrados por la Unión Europea y ratificados por España en los que sea de aplicación la libre circulación de trabajadores».
- Edad: tener mínimo 16 años y que no se supere la edad máxima de jubilación. En algunos puestos pueden exigir 18 años como mínimo.
- Capacidad: contar con la capacidad funcional de realizar dichas tareas y pueden solicitar que se superen unas pruebas físicas en algunas convocatorias.
- Habilitación legal.
- Pruebas médicas: es común que para optar a un puesto de funcionario en los cuerpos de seguridad del estado (como son policía, guardia civil o bombero, entre otros) exijan unas pruebas médicas con carácter excluyente para los opositores optantes a una vacante. Por lo que es aconsejable ver esa lista excluyente y comprobar, con un médico facultativo, si puedes pasar el baremo.
De cumplir estos requisitos y optar por un puesto de funcionario, siempre y cuando te lo permita tu formación académica, entonces, podrás convertirte en empleado público si superas las pruebas.