Nuevas simulaciones científicas descubren algo desconocido sobre los anillos de Urano

Mucho tiempo atrás, Urano sufrió un duro impacto cósmico que produjo una inclinación en su posición. Algunos científicos creían, hasta ahora, que los anillos que tiene el planeta se podrían haber formado como consecuencia de ese impacto. Pero una nueva serie de simulaciones han descubierto algo que, hasta el momento, desconocíamos.
El profesor Stephen Kane, de la Universidad de California, se ha puesto al frente de este estudio con la intención de poder aclarar algo que llevaba interesándole durante décadas. Siempre se había planteado cuál era el misterio que se escondía detrás de los anillos, así que, en cuanto ha tenido la oportunidad, se ha puesto manos a la obra para poder comprobarlo.
El secreto de las lunas de Urano
Aunque los anillos podrían haber sido restos del impacto producido en el pasado, una teoría que, cuanto menos, resultaba muy coherente, dice Kane en su investigación que puede decir que es poco probable. El motivo de ello es que las simulaciones le han demostrado que, de tener ese origen, los anillos no habrían permanecido en Urano tanto tiempo como llevan estando en el planeta. Con la ayuda del astrónomo Zhexing Li, quien ha colaborado con él en el estudio, ha descubierto que el motivo de la existencia y de la presencia de los anillos se encuentra en algo muy diferente: las lunas que tiene el planeta.
Esta era otra de las ideas que tenía como explicación, así que, lo que han hecho en el estudio, ha sido realizar simulaciones entre las cinco lunas de Urano y la forma en la que interactúan con los anillos. Así han descubierto que son estas lunas las que tienen un impacto superior en los anillos, sobre todo en una serie de momentos muy concretos. Y lo que es más crítico y sorprendente es conocer otra de las conclusiones del estudio: los anillos de Urano pierden masa debido a la acción de las propias lunas. ¿Podría existir riesgo de que estos anillos terminen desapareciendo?
En 2040 exploraremos Urano
La información que se ha obtenido en estas simulaciones ayudará mucho a los planes que tiene la humanidad para la exploración de Urano. Aunque todavía faltan por concretar planes definitivos, la idea que está sobre la mesa es que, a mediados de 2030, se lance un orbitador hacia el planeta. Explorarlo y conseguir descubrir más sobre el mismo se encuentra marcado como una de las principales prioridades que tienen las agencias espaciales, por lo que es muy probable que en las próximas décadas se lleguen a desvelar muchos de sus misterios. Si el orbitador se lanza en los años 30, se espera que llegue a Urano en la siguiente década y que, entonces, pueda comenzar a explorar el planeta. Seguro que, antes de eso, las productoras de Hollywood no tardan en producir series de ciencia ficción sobre ello, así que prepárate a que se hable de Urano en todas partes.
En ese momento se pondrán a prueba las simulaciones que han hecho Stephen Kane y su equipo, quienes han desvelado que las cinco lunas del planeta, conocidas con los nombres de Oberón, Titania, Umbriel, Ariel y Miranda, actúan con sus resonancias orbitales sobre los anillos. En el momento en el que lo hacen, la cantidad de polvo y de materia que forma parte los anillos se ve afectada directamente y se produce una pérdida de masa. Debido a ello, el tamaño de los anillos es, actualmente, inferior al que tuvieron en su formación. Pero nunca desaparece del todo porque, al mismo tiempo, hay algún método por el cual se van recuperando. Aunque el estudio no concreta en su totalidad cómo se genera la recuperación del polvo, se dice que uno de los motivos principales son los impactos que se producen en las lunas de Urano. Incluso si son pequeños impactos insignificantes, levantan cierta cantidad de polvo que se ve despedida hacia los anillos.
Lo que también se explica es que las órbitas de las lunas de Urano se desplazan, por lo que han tenido distintas resonancias orbitales sobre los anillos. Por lo tanto, podría ser que la posición antigua de las lunas provocara una mayor pérdida de masa y que, en la actual, se mantenga más estable. De todas formas, es algo que todavía está abierto a estudio y sobre lo cual van a continuar investigando. Kane es un especialista en la materia que, anteriormente, ya ha investigado también los anillos de Júpiter. Su especialización es posible que le ponga en primera posición de consulta para los trabajos futuros que se hagan sobre Urano.
Si todo va bien, como decíamos, el futuro nos proporcionará muchos conocimientos sobre Urano. Hasta ahora, el acercamiento de la humanidad al planeta ha sido muy reducido. En la misión del Voyager 2 de la NASA hubo cierto contacto a una distancia razonable, pero más allá de eso es un planeta que sigue estando entre los principales deseos de análisis de los astrónomos.