La exploración de Júpiter comenzó en la década de los 70, pero todavía hay muchos misterios del planeta pendientes de ser explicados. Uno de los que más ha hecho pensar a los astrónomos ha sido el de las franjas de Júpiter, esas líneas que cambian de color. La buena noticia es que una nueva teoría aporta una explicación de fuerza al motivo por el cual se produce este fenómeno. ¿Será la definitiva?
Disfrutar viendo las líneas que tiene Júpiter no es fácil para los aficionados, pero es algo que se puede conseguir con el equipamiento adecuado. El espectáculo que proporcionan estas franjas podría resolverse gracias a la nueva investigación que ha iniciado un equipo de especialistas de distintas partes del mundo. Según su teoría, el campo magnético del planeta es el que tiene la responsabilidad de este fenómeno.
Una investigación prometedora
Hasta ahora se habían publicado distintas posibilidades e hipótesis, pero la que acaba de aparecer en Nature Astronomy es la que más ha impactado en la comunidad científica en los últimos meses. Si el equipo al frente de la misma está en lo cierto, las rayas de nubes que recorren Júpiter y que cambian entre distintos colores tendrían una explicación relacionada con el magnetismo.
Estas rayas, que giran en su movimiento por el planeta, están relacionadas directamente con las condiciones climáticas de Júpiter. Suelen cambiar de color entre tonos tan llamativos como el marrón, naranja o blanco, por lo que llegar a verlas se convierte en una experiencia de lo más satisfactoria. Con esta explicación, se consideraría, por rebote, que el campo magnético estaría influyendo directamente sobre el clima de Júpiter. Es, por lo tanto, una investigación que podría cambiar muchas de las cosas que sabemos sobre el planeta más grande del Sistema Solar.
Esto han descubierto
La colaboración marca un punto de inflexión respecto a otros trabajos y reúne a algunos de los mayores expertos del mundo. El estudio tiene dos pilares: uno en Japón y otro en Inglaterra, más exactamente en la Universidad de Kobe y en la de Leeds respectivamente. Desde allí la profesora Kumiko Hori y su colega el profesor Chris Jones lideran el proyecto con ambición de llegar a dar la explicación definitiva a las curiosas rayas de Júpiter.
Es interesante tener en cuenta que, por otro lado, lo que hace el estudio es tomar de referencia descubrimientos previos en vez de intentar solaparlos. Así, son conscientes de que las fluctuaciones infrarrojas que hay en el planeta influyen directamente en el clima. Se producen a unos 50 km por debajo de la superficie gaseosa del planeta y ahora lo que ellos indican es que estas fluctuaciones las provoca el campo magnético. Dentro de sus cálculos y análisis, es algo que tiene sentido.
Para llegar a sus conclusiones han usado los datos de la nave Juno, que se trata de un «milagro vivo» en el espacio, puesto que su resistencia a la radiación que emite el planeta está superando todas las expectativas. Por medio de esa información han podido analizar la variación del campo magnético a lo largo de los años. Se han concentrado en analizar las oscilaciones y las ondas de la zona del planeta conocida como el Gran Punto Azul, donde se ha visto que se está generando una oscilación dentro del campo magnético. Según sus cálculos, el punto podría llegar incluso a cambiar de dirección en su desplazamiento.
Dentro de sus estimaciones, esa oscilación en el campo magnético sería lo que estaría provocando la variación infrarroja que genera el cambio de color en las franjas de Júpiter. De todas formas, la doctora Hori deja un amplio margen abierto a la interpretación y a la realización de estudios adicionales. Dicen que necesitan seguir trabajando en ello para poder llegar a conclusiones totalmente definitivas, aunque espera que su trabajo sea aprovechado por otros equipos a fin de continuar avanzando. De esa forma, si todo va bien, podríamos llegar a resolver uno de los misterios que ha rodeado a Júpiter durante más tiempo.