El espacio exterior esconde muchos secretos. Son muchas las incógnitas que se alzan más allá de la estratosfera, incluso más allá de nuestro propio Sistema Solar. Y para eso trabajan las agencias espaciales, para dar respuestas a esas preguntas que pueden arrojar luz a la pregunta de dónde venimos. De eso se ha encargado la misión OSIRIS-REx de la NASA que por fin trae de vuelta el producto de 7 años de recorrido.
La sonda tenía como objetivo el asteroide Bennu, conocido por ser una de las rocas más antiguas del Sistema Solar. Su aportación al estudio científico puede ayudar a conocer lo que era nuestro entorno espacial más cercano en un plazo de 4.500 millones de años, lo que supone un tiempo incluso anterior al nacimiento de nuestro Sol.
La clave de cómo se formó el Sistema Solar
La ciencia ha determinado el Big Bang como el origen de todo el Universo: una explosión tan grande de materia que hizo que todo se desencadenara. El inicio no está muy claro, pero en la NASA quieren tener al menos una visión cercana de lo que ha pasado en el lugar más cercano que tenemos: el Sistema Solar.
Son muchas las misiones que hay en tránsito, pero esta apunta a ser una de las más esclarecedoras a la hora de conocer qué había antes del Sol, Venus o la Tierra. Para eso solo basta con encontrar un vestigio de ese momento y para muchos cuesta creer que haya una roca de nada menos que 4.500 millones de años a nuestro alrededor.
Y la respuesta es sí, es posible. Resulta que la cápsula de OSIRIS.REx ha sido la que se ha enviado en dirección a Bennu, un asteroide rico en carbono que cumple con los requisitos que te comentábamos. Su andadura comienza en 2016, cuando fue lanzada en esa dirección, pero no fue hasta el 2018 cuando se posó en su superficie.
Durante nada menos que dos años ha estado estudiándolo desde la distancia, almacenando datos con los que elaborar teorías, pero no fue hasta el año 2020 cuando obtuvo una muestra física en un intento difícil de obtener un dato físico.
La NASA comparte la extracción en directo
Los amantes del mundo espacial saben que hay acontecimientos que no se pueden perder. Mejor dicho, momentos que la agencia espacial estadounidense considera un hito y que quiere compartirlo con el público más fiel. Por eso, como puedes ver en la parte superior de este artículo, el próximo domingo se abrirá un directo especial en el que veremos cómo la sonda trae la muestra directamente a la Tierra antes de embarcarse en su próxima misión llamada OSIRIS-APEX en dirección al asteroide Apophis.
La previsión es que el objeto se aproxime a nuestro planeta y descienda poco a poco gracias a la utilización de un paracaídas con el que llegará al desierto de Utah en Estados Unidos. Desde aquí, un equipo extraerá el equipo y la muestra se enviará directamente al laboratorio del Johnson Space Center de la NASA que está en Houston.
Esta no solo será la sede de la roca espacial, si no que será desde aquí desde donde saldrán todas las piezas que se extraerán y enviarán a los diferentes laboratorios del mundo para su examen.