Los científicos descubren un ejercicio que puede retrasar los síntomas del Alzheimer
Cualquier progreso que se realice en la investigación contra el Alzheimer siempre es bienvenido. En este caso, un estudio científico que ha sido publicado recientemente desvela que hay un tipo de ejercicio que tiene capacidad para retrasar los síntomas de esta terrible enfermedad. Aplicar este conocimiento podría ayudar a millones de personas.
Sabemos que el deporte es recomendable para las personas a muchos niveles. Por lo general, practicarlo supone ventajas de todo tipo. Pero hasta ahora no se había hecho un descubrimiento tan valioso como este que podría tener una aplicación directa en la lucha contra el Alzheimer. Los responsables de este trabajo son investigadores de dos universidades de Brasil: la Universidad de São Paulo y la Universidad Federal de São Paulo.
Un estudio prometedor
Lo que han hecho los neurocientíficos Henrique Correia Campos y Deidiane Elisa Ribeiro ha sido descubrir que el entrenamiento de resistencia, con el cual ejercitas los músculos, podría tener esta importante aplicación contra el Alzheimer. Por ahora solo están comenzando. Han llegado a comprobarlo en las primeras pruebas que han realizado con ratones, en las que han utilizado especímenes en los que han podido confirmar que este tipo de ejercicio es efectivo.
De esta forma, cuando se entrenan los músculos en combinación con una fuerza externa o algún tipo de presión, lo que se está beneficiando es a que el cerebro pueda enfrentarse a los síntomas del Alzheimer y retrasar la enfermedad. También han comprobado que es eficiente en lo relacionado con ralentizar algunos de los síntomas que los pacientes ya estén sufriendo.
Así ha sido la prueba
Para el estudio han utilizado dos ratones distintos. Uno de ellos tenía una mutación genética que genera una situación en su cerebro similar a la que muestran los pacientes con Alzheimer. Se trata de la acumulación de placas de beta-amiloide, lo que está considerado como uno de los efectos claros que sufren las personas que tienen esta enfermedad. El otro no tenía esa mutación en cuestión y servía como forma de control del estudio.
Lo que pudieron comprobar, después de tener al ratón enfermo haciendo ejercicio de resistencia durante cuatro semanas, es que su cerebro se vio beneficiado de distintas maneras. Se redujo el nivel de desorientación que mostraba el ratón anteriormente, el volumen de beta-amiloide bajó de forma considerable y también lo hizo la producción de corticosterona. Esta hormona, que equivale al cortisol que se puede encontrar en el cuerpo de las personas, también se encuentra dentro de las sustancias que se atribuyen a la enfermedad.
Todos estos efectos pueden ser paralelos a los que se produzcan en las personas que tienen Alzheimer si se someten a una prueba similar. El ratón en cuestión pasó el tiempo que duró el estudio enfrentándose a desafíos con pesos y al uso de escaleras para hacer ejercicio. A la hora de la verdad, sería un modelo que encajaría con los efectos que se estaba buscando poner a prueba.
Una vez se han conseguido estos resultados, el siguiente paso de la investigación sería aplicar este descubrimiento en casos reales con personas voluntarias que estén sufriendo la enfermedad o que ya hayan comenzado a mostrar algunos síntomas. No debería ser algo complejo a la vista de que el ejercicio de resistencia no es algo que vaya a producir ningún tipo de problema en quienes lo practiquen.
Al fin y al cabo, son muchos los especialistas de la medicina y el deporte que recomiendan este tipo de ejercicio a personas que ya tienen una avanzada edad. Por ejemplo, tiene capacidad para mantenerte más fuerte y sano a medida que envejeces, logrando que los efectos del paso del tiempo hagan menos impacto en tu organismo. También ayuda a que tengas un mejor equilibrio y a que aumente tu fuerza y masa muscular. Por ello, la comunidad de lucha contra el Alzheimer espera que un estudio como este pueda aportar datos más concretos en el futuro y que se convierta en un nuevo camino a seguir.