Esta semana han comenzado las primeras instalaciones de Google Fiber en los domicilios de los usuarios de Kansas City, la ciudad elegida por la compañía para el despliegue de fibra óptica. Aunque en teoría ofrece 1 Gbps de velocidad, la real no alcanza los 700 megas.
Después de meses de anticipar la llegada del servicio de fibra de Google, la instalación ya es una realidad en algunos hogares de la ciudad estadounidense. Recordemos que la oferta de la compañía de Mountain View en su modalidad de alta velocidad es de 1 Gbps simétrico a 70 dólares al mes (casi 55 euros), lo que supone una relación calidad-precio mucho más atractiva que la mayoría de las conexiones en el país norteamericano.
Tras la instalación en los primeros domicilios ya tenemos los resultados de las pruebas de velocidad con estas conexiones. Uno de los primeros usuarios en probar las bondades de esta conexión ha comentado en Arstechnica su experiencia con el servicio. Con conexión Ethernet, Mike Demarais, ha asegurado que recibe una media de entre 600 y 700 Mbps de velocidad real, mientras que si accede a través de WiFi el resultado es de 200 Mbps. En este caso volvemos a comprobar la notable caída de la velocidad cuando el acceso es inalámbrico.
Si comparamos estos resultados a los que se publicaron en un primer momento vemos la clara mejoría del servicio. Los primeros test de velocidad de Google Fiber dejaban a los usuarios con una velocidad mínima de conexión respecto a la velocidad teórica, más concretamente con picos de 176 Mbps de subida y 40 Mbps de bajada cuando teóricamente tenían que alcanzar cifras próximas a 1 Gbps. Esto suponía un 18% de la velocidad prometida, un porcentaje muy bajo para ser una red de fibra óptica.
En cualquier caso, la evolución del servicio FTTH de Google sigue su ritmo pausado. Aunque hace tiempo se especuló con la posibilidad de que la compañía diese el salto a Europa para ofrecer sus conexiones, parece poco probable que así sea visto el proceso que está siguiendo en EEUU.