La llegada al mercado de Surface, la primera tableta de Microsoft, ha tenido una acogida «modesta» según ha reconocido la compañía norteamericana en boca de su CEO, Steve Ballmer. Desde del gigante de Redmond apuntan a problemas en la distribución como motivo de este pobre arranque en ventas.
Con la llegada de Windows 8 al mercado hace unas semanas también se produjo el estreno de Surface. La gran apuesta de Microsoft dentro del mercado de las tabletas busca hacerse un hueco entre la supremacía del iPad y el amplio abanico de tablets Android en este sector. Sin embargo, el difícil reto no está siendo superado por la firma estadounidense y así lo ha reconocido Ballmer.
El líder de la compañía, quien no ha dudado en destacar las ventajas de su equipo sobre el resto de competidores, ha admitido que la acogida entre los usuarios ha sido «modesta«. Esto supone un arranque en el mercado a un ritmo menor de lo que hubiese deseado el gigante de Redmond, quien espera que la versión más potente de la tableta tenga un despegue mejor.
¿A qué se debe este pobre estreno de Surface?
Los motivos que explican el discreto estreno de la tableta de Microsoft son varios. Por un lado, la propia compañía reconoce que ha habido problemas para la distribución de su nuevo gadget, siendo las Microsoft Stores el principal punto de venta del tablet. Así pues, desde la firma norteamericana no se considera un problema de demanda la escasa penetración por ahora en el mercado.
En cualquier caso, no podemos pasar por alto que el hecho de haber coincidido con el estreno de las nuevas tabletas de Apple ha afectado a las ventas. El iPad Mini y el iPad de cuarta generación batieron récords de ventas en su primer fin de semana y esto repercutió directamente en el resto de rivales, ya fuesen Android o los nuevos equipos con Windows 8. A esto hay que unir el precio de la tableta de Microsoft. A diferencia de Google o Amazon con sus Nexus 7 y Kindle Fire HD, que apostaron por un precio muy económico para introducirse en el mercado, Surface ha salido a la venta por 499 dólares/euros en su versión más barata.
Con este precio y el reducido número de aplicaciones disponibles por ahora para Windows 8 no es de extrañar que la acogida en el mercado haya sido tan discreta. Microsoft confía con el paso de las semanas y el inminente periodo navideño estas ventas se vean impulsadas, pero a estas alturas cuesta creer que Surface alcance el éxito a corto plazo.