La evolución del mercado tecnológico ha dejado a algunos de los que otrora eran grandes dominadores con verdaderos problemas de subsistencia, acumulando cifras negativas en sus cuentas. Tal es el caso de Panasonic, Sharp o Sony, gigantes japoneses que atraviesan por un mal periodo.
Algunas de las empresas tecnológicas más conocidas en el mundo y que como elemento común tienen su nacionalidad japonesa viven momentos delicados en lo económico tras la drástica evolución que ha sufrido el mercado. La falta de adaptación a la nueva corriente de dispositivos ha provocado que varias compañías sumen pérdidas multimillonarias que podrían poner en peligro su existencia a medio plazo.
Tal es el caso de Panasonic y Sharp. Como leemos en El País, entre abril y septiembre, Sharp tuvo unas pérdidas de 3.700 millones de euros, una cifra que supone 10 veces más que en el mismo periodo del año anterior y que ha sido reconocida por el grupo empresarial como una «pérdida masiva». Por si fuera poco, un comunicado oficial de la compañía advierte de que «esto plantea serias dudas sobre nuestra capacidad para continuar como empresa».
El problema de Sharp radica precisamente en su incapacidad para encontrar una alternativa más allá de competir en el mercado de los televisores, donde otros gigantes le han comido mucho terreno. El mismo problema tiene Panasonic. Sus pérdidas semestrales se han multiplicado por cinco hasta el punto de ser de 7.400 millones de euros en todo este año. El más claro ejemplo de sus problemas para entrar en mercados emergentes dentro del mundo de la tecnología fue su smartphone Eluga, presentado a comienzos de año y que ni siquiera será comercializado ante la enorme dificultad que supone competir con el iPhone de Apple, Samsung como dominador del mercado y el resto de fabricantes ya asentados.
Mientras estas compañías han caído, las coreanas como la citada Samsung han disparado sus ventas tanto en el sector de los smartphones como el de los televisores, donde antes dominaban las japonesas. Junto a LG, domina este mercado acaparando el 43% del total mientras Sharp, Panasonic y Sony han retrocedido varios puntos en los dos últimos años.
El caso de Sony es el menos sangrante, ya que en un año ha conseguido recortar las pérdidas un 5,7%. Su apuesta decidida por los smartphones así lo ha facilitado, puesto que desde que rompiese su asociación con Ericsson, los móviles Xperia han aumentado sus ventas hasta esperar el cierre del año con 34 millones de unidades. Más discreta ha sido su entrada en el sector de las tabletas y menos rentable que antaño se muestra su división de videojuegos, pero el futuro de esta multinacional no está teñido del oscuro color del que se presenta a sus compatriotas.