Hace un año Google anunciaba la llegada al mercado de los Chromebooks, su apuesta en el mercado de los portátiles. La imposibilidad de utilizarlos sin conexión a Internet, el auge de las tabletas y su elevado precio propició el fracaso de estos dispositivos, pero la compañía insiste poniendo a la venta la segunda generación.
Google se ha empeñado en entrar dentro del mercado de los portátiles con su particular apuesta denominada Chromebook. A pesar del tirón que tienen los productos con la marca de la compañía californiana, la palabra fracaso no tardó en planear sobre este dispositivo y se acabó confirmando con el paso de los meses. A pesar de contar con Samsung y su experiencia en el sector, Google no acertó en su momento, pero ha decidido volver a probar suerte.
De nuevo cuenta con la colaboración del gigante asiático en esta nueva incursión, de momento solo dirigida al mercado estadounidense y al británico. Esta nueva generación de Chromebooks sale a la venta por 449 dólares (362 euros) en su versión más económica y es algo más ligero que la anterior (1,5 kilos). Sus creadores han destacado la mejora en la velocidad de arranque con un máximo de 7 segundos por los 10 segundos que tardaba el anterior.
A pesar de que sigue siendo imprescindible la conexión a Internet para disfrutar de la mayoría de sus contenidos -albergados en la nube- permite editar textos sin conexión, algo en lo que se diferencia de su antecesor. También es compatible con otros formatos como Word, Excel y Power Point. No obstante, sigue siendo necesario contar con una cuenta de Google para poder aprovechar sus características. Entre las ventajas que ofrece, la compañía destaca que el usuario no tiene que preocuparse de mantener actualizado el navegador ni de tener que instalar antivirus para maximizar su seguridad puesto que todo el trabajo se realiza en la nube.
El precio de la versión con conexión 3G es 100 dólares más caro, y dada la excesiva dependencia de Internet, lo más lógico es que los usuarios interesados en el equipo apostasen por esta versión. Sin embargo, el precio sigue siendo uno de los talones de Aquiles del dispositivo, puesto que en pleno auge de las tabletas se perfila como un equipo algo caro. Para hacernos una idea, es más caro que un iPad 2, su batería tiene menos autonomía (7 horas) que la mayoría de las tabletas y es más pesado que estos gadgets. De hecho, Google está dispuesta a competir contra sí misma al lanzar su tablet Nexus este verano.
También hay que recordar la competencia que llega dentro del sector de los portátiles con los Ultrabooks, los PC portátiles ligeros que salieron al mercadon en 2011 y que prometen seguir mejorando a lo largo de este año. El lanzamiento de Windows 8 a finales de año supondrá un espaldarazo a esta gama de dispositivos que si consiguen reducir su precio pueden acabar por destrozar la apuesta de Google al superarla en todos los aspectos.