La realidad y las previsiones de venta iniciales de los ultrabooks empiezan a sufrir una enorme brecha que muestra el pobre estreno de estos dispositivos. Llamados a ser la evolución de los ordenadores portátiles y principales rivales de las tabletas sus primeras cifras de ventas han supuesto una decepción.
Ordenadores portátiles de tamaño más reducido, con una delgadez extrema que maximizaría su portabilidad y con gran potencia técnica y duración en su batería. Así nos referíamos a los llamados ultrabooks durante la pasada primavera, momento en el que Intel presentaba una nueva gama de productos apoyándose en los principales fabricantes informáticos con el fin de salir de la crisis en la que se encuentra el sector.
Sin embargo, a pesar de desarrollar unos dispositivos muy atractivos las primeras cifras de ventas muestran cantidades por debajo de lo esperado. Como leemos en El País, Acer y Asus, compañías que ya comercializan los primeros modelos de estos equipos, han reconocido que las ventas están muy por debajo de lo previsto. Para finales de 2011 esperaban haber vendido entre 200.000 y 300.000 unidades, pero ahora parecen conformarse con llegar a las 100.000 unidades.
El precio podría ser el principal hándicap con el que se encontrasen a la hora de despegar. Aunque en principio se aseguró que se dotaría de un precio asequible a los nuevos dispositivos, no ha sido así. Por ejemplo, en Taiwán superan los 1.000 dólares (casi 730 euros), lo que impide que compitan con equipos como el MacBook Air de Apple, de un precio superior pero con prestaciones que atraen a un gran número de usuarios.
Otro de los aspectos que señalan algunos analistas es que los usuarios podrían estar esperando a 2012 para hacerse con sus ultrabooks, ya que en dicha fecha sería cuado Intel lance el Ivy Bridge, su nuevo procesador. Esto provocaría, al margen de la salida de nuevos dispositivos con este chip (Dell y HP ya han confirmado que los comercializarán), que se redujesen los precios de los actuales ultrabooks. Asimismo, el lanzamiento de Windows 8 el próximo verano podría suponer otro espaldarazo a una gama de equipos que por ahora ha decepcionado pero que sólo ha dado sus primeros pasos.
Por otro lado, Intel, principal impulsor del ultrabook, confía en que sea en 2013 cuando se consolide como alternativa a las tabletas, dispositivos ahora en auge gracias al iPad y a las réplicas de los competidores de Apple. Será en ese año cuando lleguen ultrabooks con un consumo mínimo y pantalla táctil. ¿Crees que plantarán cara a largo plazo a las tabletas?