La fidelidad a las compañías de telecomunicaciones, y más en tiempos de crisis, parece un reto complicado y difícil de cumplir por parte de los usuarios del sector de la telefonía móvil. Hasta un 77% de los mismos no tendría problema alguno para cambiar de operador si éste le sedujese con una oferta mejor en las facturas mensuales.
Según el estudio publicado por el operador móvil virtual MASmóvil y recogido por MovilZona.es, la tendencia de los ciudadadanos españoles no pasa por permanecer con un único operador para toda la vida. Para elaborar el estudio se entrevistó a 1.000 usuarios, de los cuales el 61% pertenecen a compañías tradicionales y un 37% a operadores de los llamados «de bajo coste» que han irrumpido con fuerza en el mercado en los últimos tiempos.
El auge de compañías como la propia MASmóvil o Pepephone y sus competitivas tarifas tanto de telefonía como de banda ancha móvil han supuesto un vuelco en el sector. En los últimos seis meses hasta el 49% de los individuos encuestados admite haber reducido el consumo en telefonía móvil, optando por este tipo de operadores o minimizando llamadas nacionales o mensajes SMS.
La crisis económica, factor clave para buscar mejores ofertas
Este control de gastos es seguido por un 30% de los usuarios, mientras que los que optan por cambiar de tarifa con el mismo operador para intentar reducir su gasto mensual suponen un 36% de los encuestados. Según el presidente de MASmóvil, Maini Spenger, la crisis económica que azota el mundo en los últimos años ha influido de manera definitiva en las tendencias de los usuarios. «La crisis hace que los consumidores tengan una sensibilidad mucho mayor al precio, a las tarifas y a lo que se paga por los servicios de telefonía móvil», afirmó.
Otros datos curiosos publicados en el informe están relacionados con el consumo en los últimos tiempos y si los usuarios estarían dispuestos a prescindir de un buen terminal móvil para ahorrar dinero. Un 32% renunciaría a su teléfono móvil antes que a ir a la moda; un 53% prefiere emplear su tiempo de ocio en acudir a espectáculos antes que en trastear con su teléfono; mientras que el dato más llamativo es que un 5% de los encuestados sería capaz de renunciar al sexo antes que a su terminal móvil.