El discurso de la industria cultural, que proclama a los cuatro vientos que las descargas acabarán destruyendo la cultura, sigue fragmentándose. No han sido pocos los artistas que han asegurado que el que los usuarios hayan descargado su música no sólo no les ha perjudicado sino que les ha permitido conseguir beneficios económicos. En esta ocasión ha sido la cantante Lady Gaga ha apoyado esta teoría.
En una extensa entrevista concedida al diario británico Times Online, la popular cantante ha señalado que las descargas gratuitas de su música no le importan porque han facilitado las giras y los enormes beneficios económicos que éstas reportan. «Los artistas podemos ganar desde 40 millones de dólares (unos 33 millones de euros) por una gira de dos años», aseguró.
Las palabras de Lady Gaga vienen a confirmar la transformación del mercado musical, en el que se ha minimizado la venta de CD pero los ingresos por los conciertos han aumentado considerablemente. Sólo en España, según los datos facilitados por un estudio realizado por Fedea, actualmente hay cerca de 23,5 millones de espectadores que asisten a este tipo de espectáculos y los ingresos por conciertos han pasado de 144 millones en 2005 a 309 millones en 2008.
Este mismo informe considera que las medidas represivas no espolean la creación musical, y el cierre de páginas web con enlaces P2P o el bloqueo de usuarios que utilicen estos métodos para sus descargas no soluciona el problema.
«Si el precio de la oferta online es suficientemente razonable, desaparecerán los incentivos para las descargas», argumentó uno de los miembros de Fedea. Sin embargo, desde las entidades gestoras de los derechos de autor como la SGAE se sigue insistiendo en mantener el viejo modelo de mercado y de los derechos de autor, ya que éstos «generan ingresos a lo largo de toda su vida y nadie puede predecir que ninguna obra vaya a ser un éxito diez, veinte o cincuenta años después de su creación».