Telefónica reclama 1600 euros a un cliente que tiene cortado el teléfono
un policía retirado que reside desde 1993 en Galicia, ya no sabe a quién dirigirse para aclarar un extraño problema que le hecho que le lleguen facturas de Telefónica de 300 y 400 euros. Todo empezó, según cuenta, a comienzos del 2005, cuando recibió de Telefónica una oferta para conectarse a Internet. Como en su municipio no llega el ADSL le ofrecieron conexión vía satélite, desde entonces le llegan las facturas por un servicio que no utiliza.
El problema fue que, aunque la conexión a Internet no llegó a funcionar en ningún momento, al poco tiempo empezó a recibir facturas cada vez mayores, al principio de 107, 165 ó 196 euros, y después de 492, 679, 714, 766, 797…, todas ellas en concepto de llamadas metropolitanas. El cliente asegura que sólo utiliza el teléfono para hacer algunas llamadas interprovinciales a sus parientes, que también vienen detalladas en las facturas, pero con los precios correctos. «En sólo un bimestre me vienen marcadas 778 horas de llamadas y para eso tendría que haber estado hablando por teléfono trece horas al día», comenta.
(La Voz de Galicia) Los intentos que hizo para arreglar el problema no dieron resultado. «Conseguí que unos técnicos viniesen a examinar la instalación y me dijeron que todo el problema es del descodificador del televisor, que eso interfiere las llamadas y me impide tener Internet, pero esa explicación no me parece nada razonable», dice. Recurrió también a la oficina del consumidor de Monforte y al Instituto Galego de Consumo. Logró que Telefónica reconociese por escrito que no puede conectarse a Internet, «pero eso no impidió que me diesen de alta en Internet dos veces, sin haberlo pedido.
Una vez llegaron a admitir por teléfono que había un error y dijeron que iban a corregirlo, pero todo siguió igual», añade. Como seguían llegando cuantiosas facturas a las que no encuentra explicación, Victorino Folla ordenó en su banco que no las pagasen. El resultado fue la restricción de llamadas telefónicas a su domicilio y, más recientemente, el aviso de que Telefónica lo ingresará en su lista de morosos. «Lo curioso es que en esa nota sólo me reclaman el pago de 206,81 euros, cuando en teoría les adeudo entre 1.500 y 1.600. La verdad es que no entiendo nada», dice. Todo ello, agrega, sin contar con el problema que le supone tener el teléfono cortado en una zona rural aislada y padeciendo diversos problemas de salud.
Esperemos que Telefónica se encargue del problema y le restaure pronto el teléfono.