2014, el año en que la relación entre Google y los fabricantes Android podría cambiar para siempre
El lanzamiento del Motorola Moto G parece haber sido el desencadenante de una situación que podría estallar en 2014. Nos referimos a la relación entre Google y el resto de fabricantes Android, que siguen muy molestos ante el salto de la firma estadounidense al mercado del hardware.
Un interesante artículo de Alfredo Pascual en Teknautas explica la delicada situación que se vive en el sector móvil respecto a la situación de los fabricantes tradicionales que han apostado por Android y Google, responsable del sistema operativo. El lanzamiento del Moto G, equipo que es un ataque a la mayoría de las gamas medias de smartphones de los aliados de la firma de Mountain View, ha encendido las alarmas en el sector.
En la misma línea de las declaraciones recientes que recogimos en las que se expresaba el enfado de algunas de las grandes compañías por el lanzamiento del móvil de Motorola (firma adquirida por Google en 2011), el artículo recoge más críticas desde el sector. «Quien más, quien menos, sabía que en este viaje íbamos a lomos de un tiburón. El bicho ya nos ha dado dos o tres mordiscos y estamos mirando todos cómo bajarnos sin hundirnos«, señala en este sentido otro directivo de un conocido fabricante Android.
¿A qué se debe la nueva estrategia de Google?
Uno de los principales factores a analizar sobre los nuevos movimientos de Google sería el motivo que ha llevado a la compañía a dar un giro en su caminar. La teoría más retorcida apunta a que el acuerdo previo con los fabricantes habría servido a la firma estadounidense para probar su sistema operativo en dispositivos ajenos y una vez puesto a punto lanzarse en masa a la producción de todo tipo de dispositivos. No en vano, al Moto G hay que sumarle en 2013 el lanzamiento de otro móvil como el Moto X orientado a la gama alta.
Por otro lado se apunta a la baja rentabilidad de la Google Play como motivo que ha impulsado al gigante californiano a dar un paso en esta dirección. Si se compara con los ingresos conseguidos por la App Store de Apple tanto para la propia Google como para los desarrolladores, Play queda muy por detrás de este nivel y la compañía buscaría en el hardware diversificar las fuentes de ingresos.
Las desventajas ante Google
En cualquiera de estos casos, el descontento en el seno de los fabricantes es un hecho y buscan alternativas. Sin embargo, parece complicado que encuentren una solución que encaje en todos sus intereses ya que además Google tiene varias ventajas como la posibilidad de lanzar móviles y tabletas a un precio muy reducido, compensando sus ingresos por hardware con los de software en este caso.
También lo son las actualizaciones de primera mano a nivel de software. El hecho de que las nuevas versiones de Android se demoren de media seis meses a la hora de ser adaptadas a los equipos de los fabricantes es un inconveniente para estas marcas ya que no pueden competir en este sentido con la dupla formada entre Google y Motorola.
Complicada solución al conflicto
Por último, las alternativas en forma de otros sistemas operativos tampoco acaban de convencer a los fabricantes. Windows Phone es una opción que contemplan con recelo después de lo sucedido con Google. Otras opciones como Firefox OS, Tizen o Ubuntu también parecen descartadas a medio plazo ya que aunque «tienen buena pinta», según reconoce un directivo, «suponen un salto enorme y ahora no hay garantías».
En este punto, se apunta a la vía emprendida por Amazon con Fire OS como iniciativa a tener en cuenta al prescindir de los servicios de Google en su versión de Android. No obstante, por contrato los aliados del gigante de Mountain View como Samsung, LG, HTC o Sony no pueden asumirla. Así, las capas de personalización parecen la solución más inmediata pero no a largo plazo para sostener los niveles de independencia de estas compañías.
Veremos si durante el recién estrenado 2014 los fabricantes toman alguna decisión drástica o se dejan llevar maniatados en su relación con Google. ¿Por qué opción de las contempladas creéis que apostarán los fabricantes tradicionales? ¿Lograrán escapar a su dependencia con su aliado a la par que potencial rival?