Telefónica quiere probar en algunos clientes su nueva conexión de 50 megas
Tal como anunciamos en diciembre, Telefónica tiene intención de ofrecer 50 megas a través de VDSL2 después del verano, por este motivo la operadora ha solicitado a la Comisión de Mercado de Telecomunicaciones (CMT) permiso para probar esta nueva velocidad en algunos clientes. La respuesta de los operadores de la competencia no se ha hecho esperar y es que afirman que desconocen las características de la nueva red y además solicitan participar en el proceso.
En cuanto a la CMT española, todo parece indicar que sucederá lo mismo que en Alemania, donde el operador Deutsche Telecom tendrá unas vacaciones regulatorias en donde tendrá que abrir la red de VDSL a la competencia.
Participación conjunta en las pruebas a 50 megas
Una de las razones que han esgrimido los rivales de Telefónica es el desconocimiento sobre la prueba en concreto y sobre las características de la red que la operadora quiere desplegar. Por eso, han pedido más información y, sobre todo, participar ellos también en el proceso. Es decir, que las pruebas sean conjuntas para valorar la compatibilidad de equipos y descartar interferencias o inconvenientes.
«Telefónica tiene pleno derecho a usar la tecnología que ella quiera», explica uno de los operadores consultados, «pero nosotros también tenemos derecho a participar en el desarrollo tecnológico».
Otros rivales del ex monopolio son más drásticos. «Las pruebas precomerciales causan un perjuicio irreparable al resto de los operadores alternativos, puesto que generan una demanda de servicios que luego no podrán dejar de atenderse». Por supuesto, continúa esta compañía, sólo Telefónica dispondría de la tecnología para dar esos servicios, así que sus competidores quedarían fuera de juego.
La petición de los operadores alternativos de formar parte del proceso está muy ligada a su necesidad de conocer de primera mano las características de la nueva red de Telefónica y de hacerla compatible desde el primer momento con sus propias infraestructuras.
La meta final de esta pugna es no quedarse fuera del salto tecnológico que va a suponer la nueva infraestructura de Telefónica. Se trata de una red con capacidad de banda ancha teórica de 52 megas, con tecnología VDSL y posibilidad de dar, entre otras cosas, televisión de alta definición. El ex monopolio tendrá la red lista este mismo año, así que el plazo que tienen sus rivales para estar a la altura es muy reducido.
Por ello, la única manera que tendrían de poner en el mercado ofertas parecidas a las de Telefónica es convencer a la CMT de que debe regular la nueva infraestructura. Para esta red, piden un tratamiento muy similar al actual que les permite dar ADSL de 20 megas y vídeo bajo demanda. Ello pasa por abrir la red a los competidores con una oferta de referencia en la que Telefónica ponga los precios mayoristas de acceso bajo supervisión de la CMT.
Los rivales del ex monopolio aseguran que, si no se regula esta red, sus inversiones estarían en peligro, pero ése es el mismo argumento que esgrime Telefónica, aunque en sentido contrario. De hecho, esta compañía condicionará el ritmo de desembolsos al entorno regulatorio. En principio, hay 800 millones de euros reservados este año para la nueva infraestructura, pero pueden ser muchos más en las condiciones precisas. A pesar de ello, fuentes cercanas a la situación aseguran que estaría dispuesta a hacer pruebas conjuntas con sus rivales.
Por eso, la posición de la CMT no es fácil, ya que el desarrollo tecnológico y la actividad inversora pueden verse comprometidos.
Consulta definitiva
El ruido que ha generado podría hacer pensar lo contrario, pero la consulta de la CMT sobre la prueba piloto es sólo el aperitivo. La verdadera prueba será la consulta pública que va a hacer la CMT en el sector antes de decidir si regula y cómo la nueva red de Telefónica. En esta decisión estará que los operadores de la competencia como Orange, Tele2 o Jazztel puedan ofrecer 50 megas de Telefónica a un precio sensiblemente más económico.