La rueda de prensa en la que Orange y Vodafone han anunciado su acuerdo para llegar a 6 millones de hogares con fibra óptica en los próximos años también ha servido para que ambas compañías adviertan de las intenciones que en su opinión tiene Movistar con su red FTTH, que pasaría por el retorno a una situación de monopolio en banda ancha.
Movistar se perfila como el principal rival a batir por parte de los operadores alternativos inmersos es este nuevo proyecto. El operador histórico, líder del sector fijo en cuota de mercado, ha conseguido en los últimos meses acomodarse en esta posición gracias entre otros motivos a su oferta de fibra óptica de 100 megas, cuya cobertura alcanza ya a 2,3 millones de hogares en todo el país.
Sin embargo, el despliegue de esta red de nueva generación no ha convencido a los alternativos en lo que a sus formas y supuestas intenciones se refiere. Jean Marc Vignolles, CEO de Orange, definió como «poco transparente» la forma en la que el operador histórico ha desplegado en los dos últimos años su nueva infraestructura. El hecho de haber desplegado la red «con equipos monooperador dificulta el acceso del resto de operadores», explicó el directivo en su exposición.
«Vodafone y Orange llevamos muchos meses de negociaciones y no hemos sido capaces de alcanzar un acuerdo en los tramos verticales (los que transcurren por las fachadas de los edificios), lo que puede ser interpretado legitimamente como un freno a los operadores alternativos», explicó. «Es una situación grave, muy grave y por lo tanto tiene que cambiar rápidamente ya que las inversiones de los alternativos se hacen poco atractivas», sentenció.
En su opinión, la intención de Movistar pasa por «controlar el mercado» y que «estamos en una situación anticompetitiva». «Queremos llegar a un acuerdo con Movistar en las verticales para poder ofrecer a nuestros clientes nuestros productos y así propiciar una competencia efectiva en el mercado», indicó a la par que amenazó con acudir a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) para que de forma cautelar dé acceso a las verticales en caso de no cerrar acuerdo.
Durante el acto también se recordó la histórica petición al regulador encabezada por Vodafone para que se elimine el límite de 30 Mbps en la oferta de acceso mayorista NEBA y que se ofreza en condiciones económicas que favorezcan la competencia en el mercado de la fibra. Antonio Coimbra, CEO del operador en España, ha amenazado incluso en acudir a Bruselas en caso de que la CMT no les dé la razón.