Aún no hay datos oficiales al respecto, pero lleva semanas comentándose que la demanda del iPhone X es baja en relación a lo proyectado por la compañía de Cupertino. El terminal llegó algo más tarde que los iPhone 8 y iPhone 8 Plus por problemas con la pantalla OLED, suministrada por Samsung. Y cuando llegó lo hizo con unidades limitadas y un stock que se mantuvo agotado por varias semanas. Ahora parece que hay más problemas; y algunos de ellos están afectando a Samsung.
Es importante recordar que hubo problemas de suministro con las pantallas OLED, fabricadas por Samsung, porque apuntan a que ese fue el desencadenante de la situación actual, que también está perjudicando a Samsung. El retraso en el lanzamiento del terminal más reciente de Apple habría llevado a los de Cupertino a aumentar la presión sobre sus proveedores, entre ellos Samsung, para llevar su ritmo de producción a la máxima capacidad. Ahora, sin embargo, Apple habría reducido los pedidos a sus proveedores hasta la mitad durante el primer trimestre de 2018, y habría dejado a Samsung con un exceso de inventario.
Samsung, Apple, y los problemas con la pantalla OLED del iPhone X
La situación actual, apunta Nikkei, está en que Samsung necesita clientes externos –más allá de Apple- para la comercialización de pantallas OLED. El exceso de demanda inicial por parte de la compañía de Cupertino no ha favorecido a Samsung, ahora que se supone que los pedidos se han reducido de manera considerable, y la participación de los fabricantes chinos en la producción de paneles OLED tampoco favorece su situación. La solución, para Samsung, a pesar de que el panel OLED es uno de los componentes más caros en el iPhone X, es reducir sus precios para atraer a nuevos clientes.
Mientras tanto, Apple estaría ahora negociando con otros proveedores para el lanzamiento de sus próximos teléfonos inteligentes. Al menos uno de ellos contará con pantalla OLED, y para él la compañía de Cupertino estaría buscando una asociación con LG –entre otros-. Dada esta situación se desconoce si continuará la relación con Samsung por la pantalla OLED de sus próximos iPhone. Pero en cualquier caso, Apple también quiere reducir la dependencia de la firma surcoreana, y conseguir además un proveedor más barato para sus paneles OLED.