Cuidado al contratar tarifas con establecimiento de llamada, tu factura podría dispararse
En el mercado español tenemos tres tipos de tarifa si atendemos a lo que ofrecen a nivel de llamadas. En primer lugar, tenemos las tarifas con precio por minuto que además cobran un “peaje” en forma de establecimiento de llamada por cada una realizada. En segundo lugar, tenemos las tarifas con minutos incluidos que, una vez consumidos, se suelen comportar como las primeras. Finalmente, tenemos las tarifas con llamadas ilimitadas. En este artículo veremos que el aumento del precio del establecimiento de llamada hace que la factura de los usuarios pueda dispararse.
El establecimiento de llamada no para de subir en nuestro país. Si hace 10 años este concepto no superaba ni de lejos los 20 céntimos de euro por llamada, en pleno 2018 tenemos precios cada vez más caros y desproporcionados. El establecimiento de llamada ya cuesta 30 céntimos en las principales operadoras, forzando a los usuarios a pasarse a tarifas más caras como minutos incluidos o llamadas ilimitadas.
Vodafone ha sido la última en disparar el precio del establecimiento de llamada. En la última renovación de sus tarifas prepago ha informado que este concepto pasa a facturarse a razón de 30 céntimos por llamada. Esto entrará en vigor el próximo 20 de febrero, cuando el precio del establecimiento de llamada en prepago Vodafone suba de 25 a 30 céntimos.
Movistar ya subió el establecimiento de llamada hasta 30 céntimos (entra en vigor el 17 de enero), aunque es cierto que en Orange lo seguimos pagando a razón de 20 céntimos, desmarcándose así de los movimientos de sus principales rivales. Ese mismo importe es que nos cobrarán en Yoigo.
Cuidado con las tarifas por minuto y el establecimiento de llamada
El problema de este aumento de precio del establecimiento de llamada es que podemos terminando pagando mucho más de lo esperado. Una tarifa con llamadas a 0 céntimos (pero con 30 céntimos de establecimiento) nos suma casi 1 euro a la tarifa cada 3 llamadas que realizamos.
Por ejemplo, con 30 llamadas que realicemos al mes (una cada día), terminaríamos pagando 9 euros más al mes. De esta forma, una tarifa económica de unos 9 euros con llamadas a 0 céntimos e Internet puede terminar costando 18 euros. Con ese importe, podemos contratar una tarifa con llamadas ilimitadas y muchos más gigas.
Por ello, es imprescindible conocer el coste del establecimiento de llamada y los hábitos de uso del smartphone. Si llamamos mucho, las tarifas por minuto no son nada recomendables por culpa de este “peaje”. Basta con echar cuentas sobre las llamadas que realizamos al mes y multiplicar ese número por 0,30 euros para saber cuánto de más pagaremos al mes.