El WiFi y las señales inalámbricas nos rodean constantemente en nuestro entorno, sobre todos si vivimos en edificios con decenas de pisos. También se encuentra presente en lugares públicos y en prácticamente cualquier sitio. Por ello, desde Podemos afirman que quieren eliminar su presencia en población sensible, como es el caso de los niños y las escuelas, por ser dañino. ¿Qué hay de cierto?
Podemos vuelve a cargar contra el Wi-Fi: ¿es perjudicial?
Pues realmente poco. Si unimos un sesgo selectivo contra el “WiFi” y obviamos todas las ondas electromagnéticas que hay a nuestro alrededor, probablemente no nos demos cuenta de la barbaridad que puede llegar a suponer afirmar que el WiFi es dañino para la salud.
En primer lugar, podemos hacer un simple ejercicio de imaginar en nuestra casa qué tipo de señales están siendo emitidas ahora mismo que conozcamos. En concreto, podemos establecer algunas tan sencillas como la señal de televisión, la señal de radio, la señal de cobertura del móvil, y la del WiFi. Todas ellas operan en unas bandas muy similares a nivel de “radiación” unas de otras; incluso la cobertura móvil opera ahora mismo donde antes lo hacía la televisión en el caso de la banda de los 800 MHz.
El WiFi es simplemente el nombre comercial para un estándar de radiofrecuencia situado en los 2,4 y 5 GHz. Para ver dónde se sitúa el WiFi, este artículo de la Wikipedia los organiza de manera muy sencilla (el WiFi está en la categoría entre High frequency y Very high frequency, compartiendo espectro con la radio FM, televisión, GPS, microondas, Bluetooth, etc.)
Según el criterio utilizado por Podemos, habría que prohibir también la televisión, la radio y la luz
Pero es que lo peor de todo es que todas las frecuencias del espectro radioeléctrico se encuentran dentro de la categoría conocida como radiación no ionizante. Por no ionizante se entiende que es un tipo de onda o partícula que no es capaz de arrancar electrones.
Podemos Aragón propuso hace unos días que se eliminara el WiFi de guarderías y colegios. En lugar de buscar evidencias científicas en contra de esto, simplemente se amparan en el principio de precaución ante la falta de evidencia. De los cientos de estudios realizados al respecto, ninguno ha demostrado todavía que el WiFi sea perjudicial, siendo esto una prueba más que suficiente de su inocuidad.
Podemos Aragón@PodemosAragon@martaprades66 @ItxasoPodemos @CarlosGamarraU Hay que regular la exposición al wifi y el teléfono móvil en guarderías y colegios. 📲👶🏽https://t.co/Mp35pyBRcJ
23 de junio, 2017 • 12:06
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Ahora, la propuesta ha salido adelante para que Sanidad estudie tomar medidas basadas en la completa ignorancia de quienes lo proponen. Basta con irse a al espectro electromagnético para ver lo inútil de una medida de este tipo. El WiFi se encuentra muy por debajo de la radiación generada por la propia luz que emite el sol o una bombilla en nuestra casa. Eliminar el WiFi sería eliminar una de las muchas fuentes de radiación no nociva que nos llegan a diario.
Entre los estudios que avalan que ni el WiFi, ni el móvil, ni las ondas que se emiten en nuestro entorno son malas para la salud, encontramos algunos tan exhaustivos como el llevado a cabo en Australia durante 29 años sobre los móviles, u otro del CCARS del pasado mes de abril que afirma que ni el WiFi ni los móviles suponen un riesgo para la salud, después de analizar 350 estudios al respecto.
La pseudociencia no puede formar parte de un partido que se dice estar formado por profesores y personas con carreras universitarias. La misma forma de pensar con respecto al WiFi también justifica el reiki, la homeopatía, la prohibición de transgénicos, no vacunar a los niños, y otro sinfín de idioteces que ponen en peligro la salud y la prosperidad de los españoles.