El GPS es un elemento vital en nuestros móviles de hoy en día. Es tan fácil tener un software de navegación en nuestro móvil, que prácticamente los GPS físicos han tendido a desaparecer del mercado, debido a la gran ventaja de utilizar el móvil al llevarlo siempre con nosotros.
GPS: en constante evolución para mejorar la precisión
El geoposicionamiento vía satélite ha ido mejorando en los últimos años gracias a la inclusión de más satélites que podemos usar en nuestros móviles, como el NAVSTAR (GPS americano) GLONASS ruso, o más recientemente y de cara a los próximos años, el Galileo europeo, que ya empezó a funcionar hace unos pocos meses y que se abrirá paso en los futuros móviles.
Recordamos que el Snapdragon 835 será compatible con estos nuevos satélites europeos, por lo que el Galaxy S8 podría ser uno de los primeros en ser compatible este año con el sistema (el primero fue el BQ Aquarius X5 Plus el pasado verano). Un móvil compatible con todos los sistemas podrá alcanzar precisiones de hasta 1 metro frente a los 5 actuales. Galileo ofrecerá dos versiones: una para todos los ciudadanos, y otra para empresas, que será de pago y contará con una mayor precisión (de hasta unos pocos centímetros)
Limitaciones de altura y velocidad del GPS
Si bien el GPS puede ser utilizado por cualquier ciudadano siempre que se tenga visión directa con los satélites al aire libre, éste tiene unas limitaciones vienen interpuestas por límite CoCom. Este límite establece la altitud y velocidad máximas que puede alcanzar un determinado dispositivo. El motivo de tener este tipo de límites tiene que ver con que los ciudadanos no hagan un misil intercontinental y se aprovechen de las ventajas de este sistema. Por ello, un sistema GPS no funcionará a una altitud superior a los 18.000 metros, ni a una velocidad superior a 1000 nudos (1852 km/h). Si se da alguna de las dos circunstancias, el GPS dejará de funcionar. Esta la normativa que se aplica de manera internacional.
Normalmente, los aviones comerciales vuelan a una altitud de entre 8000 y 11000 metros, a una velocidad de entre 800 y 1000 km/h, por lo que en ningún caso se supera ninguna de las dos restricciones que impone el sistema. El Concorde volaba hasta a 2179 km/h y era capaz de soportar hasta los 18.000 metros de altura (aunque volaba a 12.000 para no poner en peligro la integridad de los pasajeros en caso de accidente). Los 18.000 metros suelen afectar a los globos aerostáticos que se elevan para hacer pruebas científicas, por lo que algunas nuevas restricciones sólo se aplican para la velocidad.
El motivo por el que el GPS en un avión puede fallar es porque al tener un margen de error tan elevado al iniciarse, es posible que se sobrepase esa velocidad límite de 1852 km/h (514 metros por segundo), ya que un avión recorre unos 250 metros por segundo, y el margen de error puede ser superior a eso. En ese caso, el GPS se apaga y se va reseteando hasta que vuelva a detectar una velocidad por debajo de la permitida para operar. También hay que tener en cuenta lo difícil que es coger posición en movimiento.
Mientras que el límite CoCom establece esa limitación, el Régimen de Control de Misiles Balísticos establece otra de 600 metros por segundo, que equivalen a 2160 km/h. Si quieres operar a una velocidad o altitudes superiores a las descritas, hace falta una licencia especial.