Tras la presentación del MacBook Pro, Apple ha dado pistas sobre el futuro de su hardware no sólo para ordenadores, sino también para teléfonos inteligentes. El iPhone 7 ha sido una ligera ‘decepción’ en términos de diseño, y aunque se esperaba que así fuera finalmente no llegó con panel OLED. Pero ahora hay dos novedades que apuntan a un mismo lugar: el CEO de Sharp ha mostrado indicios de una pantalla OLED para el iPhone 8 Plus –sólo el Plus-, y además esta tecnología se ha introducido en el MacBook Pro. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?
Con el iPhone 7 y el iPhone 7 Plus, Apple se ha mantenido en sus trece con la tecnología IPS para la pantalla, y manteniendo resolución. Eso sí, se ha modificado el botón Home antes ‘mecánico’ por un botón capacitivo acompañado, a su vez de un motor de respuesta háptica. Es el primer paso, aseguran, para en la próxima generación deshacerse finalmente del botón Home e introducir el sensor Touch ID bajo la pantalla.
iPhone 8 Plus: pantalla OLED y sensor Touch ID bajo el panel, sin botón «home»
Igual que se han deshecho del minijack, todo apunta a que en el iPhone 8 Plus se desharán del botón ‘home’. El sensor Touch ID, en lugar de estar aquí ubicado, estaría instalado bajo la propia pantalla, que en el caso del iPhone 8 Plus sería OLED. ¿Y en el iPhone 8 de menores dimensiones, el de 4,7 pulgadas de diagonal de pantalla? De momento, desde Sharp se han referido únicamente a la versión Plus, lo cual no quiere decir que el modelo estándar no vaya a perder el botón ‘home’, venga con pantalla OLED o se mantenga en la tecnología IPS.
Y la relación con los MacBook Pro es tan sencilla como que en esta nueva generación de ordenadores se ha estrenado el Touch Bar. Que no es más que un panel OLED configurable que, en su extremo derecho, cuenta con ese sensor Touch ID bajo la pantalla. Por lo tanto, Apple ya está acercándose poco a poco a la tecnología OLED con sensor Touch ID integrado en la misma. Sea como fuere, es un paso importante para cambiar el diseño de sus iPhone y adaptarse, al fin, a lo que otros fabricantes llevan años haciendo: pantallas que ocupan mayor superficie frontal, sin biseles tan grandes en la parte superior e inferior.