Hace unos años un nuevo elemento conocido como tinta electrónica estaba llamado a revolucionar el mundo de la tecnología en multitud de apartados, algo que en su momento logró en gran medida, pero que a día de hoy parece ser algo en visos de desaparecer, o no.
Esta es una tecnología que en su día tuvo que dar las gracias en gran medida al tremendo auge de los libros electrónicos, dispositivos cuyo uso se extendió ampliamente en todo el mundo y en un corto espacio de tiempo. Estos empezaron a suponer una seria alternativa a los libros convencionales de papel, con sus pros y sus contras, por supuesto.
Sin embargo, el extendido uso de estos libros electrónicos, pasado un tiempo, se vieron en gran medida eclipsados por la llegada de los tablets así como por el paulatino aumento que las pantallas de los teléfonos inteligentes comenzaron a tener. Llegados a este punto nos podemos llegar a preguntar si el futuro de la, en su momento, aplaudida tinta electrónica ya ha llegado a su fin o si por el contrario todavía se le puede sacar provecho.
Pues bien, lo cierto es que esta es una tecnología a la que los diferentes fabricantes aún pueden sacar un gran rendimiento en diversos sectores. Cierto es que la calidad de imagen que ofrecen los ebooks de tinta electrónica comparada con la que encontramos, por ejemplo, en los tablets actuales, no tiene nada que ver. Sin embargo, hay que tener en consideración que sí que cuenta con ciertas ventajas, como puede ser el reducido consumo energético que esta tiene.
Además, tal y como ya hemos mencionado en otras ocasiones, el uso de la tinta electrónica a la hora de visualizar contenidos sin movimiento, como textos en condiciones de mucha luminosidad, es mucho más cómodo que el ofrecido por las avanzadas pantallas LCD actuales de los dispositivos móviles. Es precisamente por esto por lo que algunos fabricantes empiezan a implementar en sus productos ambos modos, es decir, por un lado, una pantalla a color y alta resolución, y por otro una pantalla de tinta electrónica para visualizar determinados contenidos que no requieran movimiento ni altas prestaciones. Hablamos de la hora, previsión meteorológica, mensajes de texto, etc; contenidos que consultamos continuamente y que de este modo nos evitarían encender el LCD del smartphone con el correspondiente gasto energético que esto supone.
Por otro lado, esta es una tecnología más que adecuada, debido entre otras cosas al mencionado bajo consumo energético, para su utilización en los productos wearables además de los llamados a formar parte del Internet de las cosas, ya que precisamente una de sus principales características debería ser el tener una elevada autonomía. Esto se debe, entre otras cosas, a que la información que este tipo de dispositivos ofrece a sus usuarios no requiere tener un refresco continuado, por lo que la escasa resolución ofrecida por la tinta electrónica es más que suficiente en la mayoría de los casos.
Otra de las ventajas, además del escaso consumo energético y la buena visibilidad que ofrece en condiciones lumínicas extremas, es el bajo coste que supone su implementación, incluso en paneles de gran formato. Es por ello que otro de los usos, quizá masivos, para los que se puede utilizar esta tecnología, de hecho, ya se está haciendo, es en los paneles publicitarios. Gracias a todo lo mencionado anteriormente, la publicidad estática por medio de tinta electrónica en lugar de los habituales carteles de papel actuales, presentaría grandes ventajas. Además de ganar, en muchos casos, en apariencia, también podría cambiarse cada poco tiempo y de manera mucho más rápida y sencilla.
Quizá por estas razones ya se ha presentado al gran público una alternativa centrada en la tinta electrónica, pero en este caso a color. Cierto es que ni mucho menos se acerca en cuanto a calidad a las actuales LCD o pantallas similares, pero presenta las ventajas ya comentadas con respeto a estos paneles y con una apariencia más atractiva.
Por lo tanto, podemos concluir diciendo que, si los fabricantes y desarrolladores se lo proponen, la tinta electrónica aún dará mucho que hablar, ya que puede ser utilizada en múltiples entornos una vez superado su éxito en los ebooks, posiblemente llamados a desaparecer en un tiempo.