Proponen que los operadores puedan tener más espectro radioeléctrico siempre que lo compartan
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha aprobado un informe por el que propone ampliar la cantidad de espectro radioeléctrico del que pueden disponer los operadores de telecomunicaciones para ofrecer sus servicios de telefonía móvil. Con esto podrían mejorar la capacidad de sus redes y las velocidades de navegación, aunque la CNMC les condicionaría a compartir con sus rivales.
El espectro radioeléctrico es el recursos esencial para la prestación de servicios de comunicaciones movilidad, por lo que disponer de más o menos cantidad del mismo es una decisión tremendamente relevante. Al tratarse de un recurso escaso, es el Gobierno el que fija los límites que no pueden ser superados por los operadores. En 2011, el límite máximo se fijó en 185 MHz de espectro, es decir, ningún operador podía tener más de esa cantidad sumando el disponible en cada una de las bandas.
En la actualidad, tanto Vodafone como Orange superan estas cifras tras las operaciones de compra de ONO y Jazztel respectivamente. Por ello, deben devolver la parte sobrante al Ministerio de Industria. Movistar cuenta con 164,6 MHz mientras Yoigo tiene sólo 64,6 MHz y es el único “cuarto operador” europeo sin espectro en las conocidas como bandas bajas, las que comprenden los 800 y 900 MHz. El coste de desplegar una red equivalente a los tres grandes es muy alto por lo que se ve obligado a realizar un acuerdo de roaming, con Movistar en este caso.
La CNMC opina que aumentar los límites máximos de espectro radioeléctrico que los operadores podrían acaparar podría ser una buena medida “desde el punto de vista técnico y de evolución tecnológica”. Pese a ello, propone que si un operador supera este límite, se le imponga “el compromiso de ofrecer un acceso mayorista en condiciones razonables”. Así pues, los operadores que no tengan acceso podrían configurar una oferta de servicios competitiva.
Esta medida podría contentar a todo el mundo. Los grandes operadores podrían acceder a más espacio del espectro radioeléctrico con el que aumentar la capacidad de sus conexiones y lograr aún mayores velocidades, utilizando para ello el LTE-Advanced con carrier aggregation. En cuanto a los operadores “menores” podrían acceder a las redes con un precio regulado y razonable que no les obligue a desplegar las suyas propias.