Se nos ha ido de las manos: el establecimiento de llamada roza los 38 céntimos
Llega el final de año y es momento de mirar hacia atrás y ver todo lo que ha ido ocurriendo durante este último 2015. En lo que a tecnología se refiere han sido muchos los avances, los dispositivos móviles son los grandes protagonistas de este año y las operadoras por lo tanto se frotan las manos. Cada vez son más las tarifas de voz y datos que ofrecen y con las que podemos llamar y navegar sin preocuparnos de nada más que pagar la cuota que hayamos elegido según nuestras necesidades.
Sin embargo, algo de lo que ya hemos hablado en repetidas ocasiones durante este año 2015 es el continuo aumento del precio del establecimiento de las llamadas y sobre todo en las tarifas de prepago. Si hace poco menos de dos meses veíamos como escandaloso los 29,9 céntimos a los que Jazztel fijaba su establecimiento de llamada en su tarifa básica de prepago después de que Euskaltel la fijase en 24 céntimos, ahora es Llamaya móvil quién alcanza el máximo de este año en el coste del establecimiento de las llamadas.
La OMV encarece sus costes establecidos para el establecimiento de llamada en sus tarifas Clásica y Maxi alcanzando las cifras de 37,9 y 29,9 céntimos respectivamente. Unas cifras, que en el caso de la tarifa Clásica se aproxima peligrosamente a la barrera de los 40 céntimos y duplica casi los establecimientos de llamada con los que las grandes operadoras comenzaron el año en sus tarifas por minutos.
De esta forma, podemos ver como una vez más y durante tan sólo un año, los precios del establecimiento de llamada en este tipo de tarifas ha ido incrementando de manera exponencial y por mucho que ofrezcan tarifas a 0 céntimos por minutos las llamadas, esto supone que en una llamada de media 2 minutos de duración, estaría costando casi a 19 céntimos el minuto.
Parece que con estas decisiones por parte de algunas de las operadoras virtuales, estuvieran invitando a los clientes a abandonar estas tarifas por minuto y animarles a contratar tarifas con minutos ilimitados o los diferentes bonos con la cantidad de minutos que mejor se adapten a sus necesidades. Algo que por supuesto asegura a las operadoras que los clientes van a tener un coste fijo al mes y puedan elaborar unas mejores previsiones financieras.