Aunque prácticamente todos los usuarios de un teléfono móvil inteligente estarán familiarizados con el nombre de WhatsApp, la cosa cambia cuando hablamos de otra de las aplicaciones de mensajería instantánea más interesantes que existen en el mercado y que sigue siendo una gran desconocida. Snapchat, más popular entre los jóvenes, se ha ganado una polémica fama debido a diversos problemas con la filtración de fotos comprometidas de los usuarios, que han provocado que muchos padres prohíban el uso de esta app a sus hijos.
El principal punto diferencial de Snapchat, disponible gratuitamente para iOS y Android, es que a diferencia de otra aplicación, los mensajes o «snaps» que pueden incluir fotos y vídeos, enviados a través de este servicio tienen caducidad. Pasado un lapso de tiempo fijado a nuestra elección, desaparecerán del dispositivo del receptor con lo que ofrece la gran ventaja de la confidencialidad en las comunicaciones, algo que puede ser muy valorado en el entorno laboral o a la hora de pasar algún dato privado que solo el receptor deba conocer.
Con la función de Historias podemos autorizar a aquellos usuarios que escojamos para tener acceso a los mensaje enviado durante 24 horas. Y hay que subrayar que podemos utilizarla mediante un nombre de usuario, sin necesidad de vincular un número de teléfono a ella como ocurre en el caso de WhatsApp.
Pero el tema más polémico y a la vez más interesante hace mención al envío de imágenes o fotografías. Se pueden enviar imágenes editadas con texto que escribamos encima de ellas para transmitir cualquier mensaje a otros usuarios. En el momento en el que el usuario descargue la foto a su biblioteca, se nos avisaría de este hecho, conociendo en todo momento el destino de la imagen que hemos enviado a la otra persona. No obstante, hay que tener en cuenta que esa foto puede ser “capturada” con otra cámara que fotografíe la pantalla de nuestro móvil con lo que no sabríamos si la imagen ha podido ser registrada a través de cualquier otro medio.
Snapchat y la popularidad del fenómeno “sexting”
El hecho de que muchos usuarios piensen que esta aplicación es para adolescentes tiene más por el hecho que envuelve su creación, ideada a partir de peek-a-boo, la app original surgida de la mente de estudiantes, que por sus funciones reales. Es cierto además que sus posibilidades han permitido expandir entre los jóvenes el fenómeno del “sexting”, el envío de mensajes o imágenes subidas de tonos. Además, la aplicación tiene acceso instantáneo a la cámara trasera para acceder a través de gestos táctiles y enviar una foto a nuestro contacto de manera instantánea.
Cabe resaltar que por ahora su uso no se ha extendido demasiado a lo largo del planeta, ya que el 80% de usuarios provienen de Estados Unidos, pero su creciente popularidad ya le ha valido a la compañía para alcanzar un valor de mercado que ronda los 15.000 millones de dólares.
¿Qué os parece Snapchat a aquellos de vosotros que usáis esta app?