Desde que Internet llegó a nuestras vidas, hemos visto cómo cada vez han ido apareciendo más y más dispositivos capaces de conectarse a Internet, incluso muchos de ellos los podemos controlar de forma remota. Para muchos puede que esto ya sea algo increíble, pero lo cierto es que no ha hecho nada más que empezar. Atrás quedaron los viejos módem para dar paso a las líneas de fibra óptica, mientras que estamos a las puertas de comenzar a disfrutar de todas las ventajas del 5G. Esto ha hecho que cada vez podamos navegar de una forma más rápida desde cualquier dispositivo conectado, pero también ha hecho que se vaya hablando cada vez más del IoT. Pero, ¿sabes realmente qué es eso del IoT o Internet de las cosas, para qué sirve y cómo conectarse?.
Qué es el IoT
El Internet de las cosas o IoT es la interconexión de todo tipo de dispositivos a través de una red. Esta red puede ser privada o puede ser la propia red de redes o Internet. En esa red, todos estos dispositivos pueden identificarse para ser reconocidos e interaccionar entre ellos sin necesidad de la intervención humana. Por lo tanto, se trata de una interacción de máquina a máquina, o lo que se conoce como interacción M2M, machine to machine.
El término M2M (machine to machine) se refiere a la comunicación máquina con máquina sin que tenga que intervenir el ser humano, independientemente del tipo de conexión, por proximidad, por estar dentro de una misma red o conectados de forma remota a través de algún software.
Por lo tanto, el IoT se extiende más allá de la conectividad a Internet de los dispositivos más comunes, como teléfonos móviles, tablets u ordenadores. Es un concepto que cada vez está llegando a más dispositivos y objetivos de nuestra vida que utilizan determinadas tecnologías para comunicarse e interactuar con el medio externo a través de Internet, como pueden ser frigoríficos, lavadoras, cafeteras, sensores, altavoces e incluso otros objetos cotidianos como la propia ropa o el calzado, los coches, las maletas, etc.
Cómo funciona el IoT y qué tecnologías intervienen
El Internet de las cosas ya es una realidad, aunque eso sí aún tiene mucho camino por recorrer y campo para evolucionar. Además, su ámbito de aplicación es cada vez más amplio y cada día aparecen más dispositivos que hacen posible el IoT.
Este este escenario en el que varios dispositivos se conectan unos con otros a través de una red o de Internet entra en juego la tecnología que permite recoger datos y mandarlos a la red para su análisis. En este proceso de comunicación uno de los temas más importantes es el protocolo de comunicación a utilizar por todos los dispositivos. Aunque a día de hoy existen dispositivos modernos que utilizan las últimas tecnologías y que hacen que la conexión a Internet y entre dispositivos sea sencilla, hay otros más antiguos que no utilizan los mismos protocolos y hace que la conexión entre ambos sea más complicada. Por lo tanto, se debe pensar en la manera de que esto no sea un problema con el paso del tiempo, o que al menos se puede subsanar de manera sencilla.
Eso por no hablar de que a día de hoy, cada fabricante puede tener sus propios protocolos de comunicación, sin embargo, nos podemos encontrar con que no siempre puede que sean compatibles con los de otros fabricantes. Lo cierto es que para tratar de solucionar este problema ya se ha trabajado en la creación de un protocolo estándar para que todos los fabricantes puedan soportarlo y se facilite la comunicación entre todo tipo de dispositivos.
Otra parte importante es el propio hardware y las tecnologías que puedan utilizar para su correcto funcionamiento cada uno de los dispositivos. Aquí es donde entran en juego los sensores, procesadores, etc. Eso sin olvidar las propias tecnologías de comunicación, ya sea a través de WiFi, cable o redes móviles 3G, 4G o en un futuro el 5G. Y por supuesto, las tecnologías utilizadas para que toda la información viaje segura por la red.
Seguro que muchos se preguntan como es posible que un dispositivo se comunique con otro y el otro en cuestión le entienda y ejecute ciertas órdenes o que un dispositivo sea capaz de realizar una determinada tarea en base a unos parámetros o señales recibidas por sensores, etc.
Lo cierto es que para que el IoT funcione únicamente necesitamos de los dispositivos correctamente equipados con el hardware necesario que les permita conectar a Internet y una infraestructura de telecomunicaciones que los soporte. Como hemos comentado, cada vez son más los dispositivos que cuentan con la capacidad de conectarse a Internet, mientras que la infraestructura es algo más complejo, aunque las compañías de telecomunicaciones tienen mucho trabajo hecho en este sentido, puesto que ya están preparadas para soportar la gran cantidad de dispositivos que estarán conectados.
Además, cada vez ofrecen velocidades más altas, algo que además se espera que mejore considerablemente el 5G, además de añadir la baja latencia y el reducido consumo de energía. Lo que sin duda, hará que muchos otros dispositivos estén conectados y se amplíe el abanico de aplicaciones del IoT.
Aplicaciones y ejemplos de IoT
El hecho de que Internet haya evolucionado de forma rápida, ha hecho que el IoT o Internet de las cosas ya sea una realidad. Pero sobre todo, son todas las posibles aplicaciones y posibilidades que nos proporciona lo que ha hecho que haya logrado esta gran popularidad e interés tanto por fabricantes como por los propios usuarios.
Las aplicaciones son muchas a día de hoy, pero de lo que no hay duda es que serán casi infinitas con el paso del tiempo. Estas son algunas de las múltiples aplicaciones en los distintos sectores:
- Domótica: Ya son muchas las personas que cuentan con diferentes dispositivos que se conectan a Internet para facilitarles ciertas tareas en casa. Uno de los más extendidos son los dispositivos que podemos controlar con nuestra propia voz y a los que podemos solicitarles ciertas tareas relacionadas con otros dispositivos conectados. Eso por no olvidarnos de los sistemas de seguridad que nos permiten conectarnos desde el móvil o nos avisan si alguien entra en nuestra casa, termostatos inteligentes controlados desde el móvil, luces que podemos apagar, encender o cambiar de color con la voz o desde el móvil, etc.
- En el día a día: Un despertador puede estar conectado a nuestra cafetera y unos instantes antes de que suele la alarma programada puede comenzar a prepararnos un café. Los frigoríficos podrían conocer la fecha de caducidad de los alimentos o la cantidad de cada uno de ellos que queremos tener guardados en ellos. De esta manera, podrían avisarnos de aquellos que van a caducar próximamente o de los que tenemos que añadir a la lista de la compra porque se están acabando, por ejemplo.
- En la industria: El IoT ya se usa en ciertas fábricas o plantas de producción con distintos fines u objetivos. El hecho de poder contar con dispositivos conectados y ciertos sensores también conectados, hace que se puedan generar alarmas o enviar mensajes alertando de cualquier situación que requiera tomar una decisión o que permita saber que algo está yendo mal.
- En la ganadería: En este sector, la monitorización biométrica y la geolocalización son dos factores que ya están ayudando mucho a los ganaderos y que seguro podrán ayudarles aún más en un futuro próximo. El IoT o una serie de dispositivos conectados y que pueden llevar consigo los propios animales favorecen el trabajo de los ganaderos cada vez más.
- Edificios: sin ninguna duda, el uso de dispositivos IoT también permite controlar ciertos suministros como la luz, la calefacción o el agua. Algo que permite que los edificios sean cada vez más inteligentes y puedan enviar cierta información para determinar si hay alguna avería antes de que el propio ser humano se dé cuenta de ello. En este ámbito, las empresas también pueden aprovecharse de estas capacidades para automatizar tareas de seguridad en los edificios, ser los primeros en enterarse de cualquier imprevisto en el edificio, etc.
- Ciudades: El uso del IoT hace que nuestras ciudades sean cada vez más inteligentes gracias a dispositivos conectados capaces de controlar mucho mejor el tráfico, así como su aplicación en los servicios públicos como el transporte, la iluminación, los sistemas de riego y residuos, etc. En lo que a la seguridad vial se refiere, el IoT y las nuevas tecnologías harán que los coches puedan estar conectados y tomar decisiones en tiempo real y con cierta autonomía.
Seguridad y privacidad relacionada con el Internet de las cosas
Como todo el mundo ya sabe, estar todo el día conectado hace que estemos las 24 horas del día expuestos a los múltiples riesgos que existen en Internet. Este es uno de los principales problemas a la hora de aplicarse el IoT en ciertos ámbitos, ya que ciertas empresas podrían enviar cierta información importante a través de la red para que la procesen determinados dispositivos y el hecho de que esta pudiera ser capturada o manipulada pondrían en una situación muy comprometida a esas empresas. Por lo tanto, su seguridad correría un gran riesgo. Además, en el caso de la Sanidad, la privacidad de las personas también estaría expuesta a todo tipo de ataques.
En este sentido, estos serían los principales aspectos a mejorar y que han sido explotados recientemente en diferentes ámbitos del IoT:
- Uso de contraseñas: todo el mundo sabe que en numerosas ocasiones se han conseguido contraseñas de diferentes sistemas a través de ataques de fuerza bruta. Por lo tanto, el uso de contraseñas es un aspecto vulnerable en el entorno del Internet de las cosas si no se toman las medidas necesarias para evitar que cualquier atacante pueda obtenerlas fácilmente.
- Servicios de red: El uso de servicios de red poco se seguros es algo que se debe evitar, puesto que nos exponen a todos los riesgos de Internet. El hecho de que se explote alguna vulnerabilidad detectada en este tipo de servicios, hace que se comprometa la integridad y seguridad de los dispositivos conectados, así como de la privacidad de los datos almacenados en ellos.
- Apps, interfaces y componentes: Cualquier herramienta externa a los dispositivos IoT deben estar debidamente controladas y configuradas. Si alguna interfaz, app, web o API está configurado o no ofrece la seguridad correspondiente, esto hace que los dispositivos puedan ser comprometidos y poner en peligro la seguridad del IoT. De la misma manera, el uso de componentes software o hardware desactualizados u obsoletos ponen en peligro también a los dispositivos.
- Almacenamiento y transferencia de datos: En este sentido, cuando se manejen datos privados o confidenciales, es necesario llevar un control exhaustivo de los mismos dentro del entorno IoT. Para ello, se recomienda utilizar algoritmos de cifrado para evitar que el acceso a estos datos pueda estar al acceso de cualquiera.
El futuro del IoT
Se estima que para el año 2025 haya billones de dispositivos IoT. Esto hará que a la hora de comprar determinados productos, la mayoría de usuarios comprueben antes de nada sus capacidades para estar conectados a Internet. Por lo tanto, se espera que en un plazo de tiempo no muy grande, las empresas y las ciudades en general incorporarán cada vez más tecnologías inteligentes en su día a día con el objetivo de automatizar tareas, tener el control de ciertas cosas de forma remota o recopilar datos a través de los distintos dispositivos.
En este sentido, hemos visto cómo en algún momento el gigante del software, Microsoft, ha afirmado que en tan solo tres años, aproximadamente, la mayoría de empresas usarán el Internet de las cosas independientemente del sector al que pertenezcan, fabricación, comercio, transporte, medicina, etc.
Y es que lo cierto es que el gran auge de todo tipo de dispositivos IoT y el desarrollo de sistemas de telecomunicaciones más rápidos y seguros, hace que se favorezca el desarrollo de este entorno. La inteligencia artificial también es otro aspecto que está empujando el desarrollo del Internet de la cosas, tanto es así que son dos áreas que están completamente relacionadas en la actualidad. Y es que gracias a la inteligencia artificial, se pueden entrenar algoritmos de machine learning que favorezcan el desarrollo del IoT.
Con la llegada del 5G se espera que el Internet de las cosas aumente su alcance, ya que las altas velocidades de conexión, pero sobre todo la baja latencia que va a ofrecer el 5G, va a hacer que el IoT llegue a muchos más sectores y ámbitos, ya que tendrá otras muchas aplicaciones que a día de hoy no son posibles de llevar a cabo.
Productos y servicios IoT en las principales operadoras
El avance del Internet de las cosas y el hecho de que cada vez haya más y más dispositivos conectados, ha hecho que las principales operadoras de nuestro país hayan ido preparándose para ofrecer los mejores servicios en este sentido.
Vodafone
- V-Home de Vodafone: un servicio pensado para monitorizar todo lo que ocurre en nuestra casa allá donde estemos.
- V-MultiTracker: se trata de un pequeño localizador GPS inteligente que permite conocer en cada instante dónde está cualquier cosa importante para nosotros (llaves, ordenador, malet, bici, un niño o persona mayor, etc…) desde el móvil.
- V-Sos Band: un dispositivo pensado para poder tener bajo control a personas mayores, saber si han sufrido alguna caída o si necesita ayuda.
- V-Kids: es un reloj pensado para los niños con el que podremos conocer en todo momento donde se encuentra nuestro hijo. Además, permite comunicarnos con él de forma directa.
- V-Camera: como su nombre indica es una cámara que nos permite vigilar cualquier espacio en todo momento de forma remota.
- V-PetTracker: otro dispositivo para tener nuestra mascota conectada y saber donde se encuentra en todo momento aunque se aleje de nosotros.
- V-Bag: con este dispositivo IoT podremos tener localizada en todo momento nuestra maleta incluso aunque nos la pierdan. De esta manera, estaremos seguros de donde está y como poder recuperarla.
- V-Auto: Aunque algunos vehículos ya disponen de sistemas de localización, V-Auto es un dispositivo que nos ayudará a localizar nuestro coche para que en caso de emergencia puedan saber dónde estamos.
- MachineLink 4G: un router Plug and Play fácil de usar y diseñado para conectar un amplio abanico de aplicaciones desde cámaras de seguridad, medios de pago a soluciones de conectividad ágiles y simples para puestos comerciales móviles.
Movistar
Conectividad gestionada M2M
Conectividad Gestionada M2M es una solución más allá de la conectividad, un servicio seguro para la gestión y control inteligente de las conexiones M2M. Esta solución permite cubrir las necesidades de nuestro negocio, proporcionando un control y gestión sobre las líneas de comunicaciones M2M en tiempo real y de forma remota.
Está orientado a los negocios de seguridad, servicios financieros, máquinas de vending, automoción, contadores, etc. Por lo tanto, las soluciones de comunicación M2M están diseñas para todas esas empresas que necesitan controlar, conectar y obtener información en tiempo real de su red logística y de distribución con una buena conexión de sus máquinas (máquinas de vending, Smart Cities, E-Health, Servicios financieros, Utilities y Smart Metering, Gestión de flotas y Seguridad).
Dispositivos IoT
La compañía pone a disposición de sus cliente una selección de módems y routers que les permitirá conectar sus activos y crecer en la cadena de valor IoT. Cada uno de los dispositivos que componen el Catálogo de Dispositivos IoT son de rango industrial y están diseñados para la interconexión de cualquier tipo de maquinaria que disponga de una interface física y para la que sea necesaria una conexión celular.
El servicio de Catálogo de Dispositivos IoT va dirigido a empresas que necesitan conectar sus activos para adaptarse a las nuevas formas de negocio, permitiéndoles controlar sus negocios de forma remota, así como aportando nuevas funcionalidades.
Orange
Por su parte, Orange ha sido el primer operador en España que ha desplegado una red comercial LTE-M dedicada al Internet de la cosas o IoT. Una red diseñada para ayudar a las empresas a avanzar en su transformación digital y que ofrece una gran versatilidad.
Esta red comercial soporta las necesidad de IoT en diferentes aplicaciones, gestión inteligente de activos, medida en remoto de contadores de electricidad, gas o agua, digitalizaciones de servicios en ciudades, como el control inteligente del alumbrado o recogida de residuos, monitorización y control de operaciones y máquinas, así como de los sistemas de seguridad, etc.