Ten este atajo de teclado a mano, podría salvar tu próxima instalación de Windows 11
A medida que se ha vuelto un habitual tener que disponer de conexión a internet para instalar cualquier actualización de nuestro sistema operativo, disponer de una caída puntual de la red puede convertirse en un importante inconveniente del que, si no tenemos solución rápida, es posible que nos obligue a tener que pedir ayuda externa. Este truco te ayudará a minimizar este tipo de situaciones en Windows 11.
Con independencia de que nos hayamos comprado un ordenador nuevo o hayamos querido actualizar nuestro PC doméstico, probablemente durante los últimos meses nos hayamos planteado la idea de actualizar a Windows 11. En el caso de que seamos más expertos en la materia, probablemente tengamos bajo control todos los recursos que pueden servirnos de ayuda cuando surgen los problemas más habituales. Pero si no somos tan experimentados, mejor tener cierta preocupación y recopilar algo de información previamente o disponer de un segundo ordenador con conexión a internet para pedir ayuda en caso de que sea necesario.
En el caso de Windows 11, uno de sus requisitos imprescindibles para poder actualizar de manera correcta es estar conectados a una red. Esto no debería ser un problema en la actualidad. Pero, ¿qué ocurre si en el momento de tener que llevar a cabo la conexión tenemos una caída en nuestra red y no podemos avanzar ni retroceder en la actualización, incluso reiniciando el ordenador? Anótate este atajo y, a continuación, te explicamos cómo y cuándo deberíamos utilizarlo.
Shift + F10, el atajo que necesitas conocer
Shift + F10 no es un atajo nuevo. De hecho, históricamente siempre ha estado en las versiones anteriores de Windows. Pese a ello, no es tan conocido como otras opciones más populares. Su función principal es, entre otras muchas cosas, permitirnos acceder al Administrador de tareas. Y, desde allí, solucionar la situación descrita previamente.
En el caso de que el instalador de Windows 11 no logre conectarse a la red a la primera, el sistema no volverá a intentarlo de manera nativa. Por lo tanto, nuestro ordenador se quedará inutilizable, puesto que no podremos volver a los pasos previos y, por supuesto, tampoco a los posteriores. Hace algunos años, sí que nos dejaba continuar llevando a cabo una instalación base que, a posteriori, nos permitía completar. Pero no es el caso actual. Entonces, ¿cómo puede ayudarnos este comando?
Cuándo utilizar este comando
Al accionar este atajo, se abrirá el comando del sistema. En esta ventana, debemos introducir el siguiente comando: “taskmgr” y, a continuación, pulsar sobre el botón de enter. Una vez en este punto, se abrirá el Administrador de tareas, que es precisamente la funcionalidad que estamos buscando. Y, a continuación, debemos identificar el proceso de red que se encuentra abierto y que recibirá el nombre de NetworkFlow.
Una vez recorridos todos los pasos previos, lo único que falta es pulsar sobre él y obligar a finalizar la tarea. De este modo, el sistema se encontrará en la obligación de tener que intentar, de nuevo, conectarse a la red. Y en ese punto es cuando, si nuestra conexión ha vuelto, podrá continuar con la instalación sin mayor problema y, superados los siguientes pasos, podremos disfrutar de Windows 11 en nuestro ordenador.