El avance de la tecnología ha permitido que la astronomía pueda hacer grandes descubrimientos, como nuevos planetas, estrellas o satélites, incluyendo galaxias o incluso agujeros negros. Poder lanzar al espacio exterior satélites como los de SpaceX u otras compañías espaciales han permitido al ser humano recopilar información muy valiosa para futuras investigaciones. Mientras que ya el ser humano ha conseguido desplegar robots en Marte, esta vez serán dos sondas las que lleguen a Venus.
Ya han sido muchas las misiones espaciales que se han realizado para conocer mejor todos los planetas que hay en el Sistema Solar, pero nunca está de más seguir recopilando información.
Se quiere conocer mejor a Venus
Concretamente, la semana que viene, el 9 y 10 de agosto, llegarán dos sondas a este planeta con una diferencia de 30 horas entre las dos para evitar posibles problemas entre ambas. Para muchos expertos, Venus es un planeta muy parecido al nuestro.
Ir hasta estos planetas que se encuentran tan alejados del nuestro requiere un consumo de energía muy grande por parte de estas sondas.
Además, hay que conseguir que estas sondas sean capaz de moverse por el espacio sin la necesidad de usar cohetes, algo en lo que se lleva trabajando durante más de 50 años. Por ejemplo, hubo una vez una misión (Pioneer 11) que aprovechó la atracción de la gravedad de Júpiter para impulsar a una aeronave hacia Saturno y ganar más velocidad.
Sin embargo, conseguir esto se antoja una tarea bastante complicada. Mientras que una de las sondas observará los polos del Sol, la otra tratará de llegar a Mercurio después de pasar por Venus y estar en órbita alrededor de este planeta gracias a su sistema de propulsión de electricidad solar.
La sonda que llegará el día 9 pasará a una distancia de casi 8.000 kilómetros de Venus, mientras que la que lo hará el día siguiente pasará a menos de 600 kilómetros del planeta.
Una de las sondas no hará fotografías
La primera sonda cuenta con un problema: no podrá captar imágenes de alta calidad ya que estará orientada al revés para así hacer que los paneles solares miren hacia el sol y obtener energía de él.
Por su parte, la segunda sonda cuenta con dos cámaras que sí que podrán captar imágenes en blanco y negro, pero no de muy alta calidad.
Durante estos dos viajes por parte de ambas sondas, las dos recopilaran mucha información acerca del entorno magnético y el plasma que hay en Venus. Además, ambas sondas podrán ser controladas por una nave espacial que ya se encuentra allí, en órbita alrededor del planeta.
Se espera que con toda la información conseguida se haga que todo lo recopilado sea útil para una misión espacial que se tiene pensada hacer en Venus durante la próxima década.