Ya sabíamos que la Unión Europea quiere meter mano en la forma de fabricar teléfonos móviles para garantizar la sostenibilidad y que pretendía estandarizar por ejemplo el tipo de conector de carga para hacer del USB Tipo-C el universal y que así necesitáramos menos cargadores en casa para todo tipo de dispositivos. Sin embargo, la sorpresa ha llegado cuando hemos podido saber que, para aumentar la vida útil de los dispositivos y que la batería no marque el final de uso de un producto, ahora tendrán que ser extraíbles. Como antaño.
Las baterías extraíbles eran una de las características principales que tenían la mayoría de los dispositivos móviles que utilizábamos antaño. Sin embargo, a medida que los fabricantes trataron de aprovechar al máximo el tamaño disponible en sus smartphones, de manera progresiva todos ellos apostaron por integrar las baterías. Con los aspectos positivos y negativos que este tipo de decisiones pueden llegar a tener.
Recientemente, la Unión Europea ha afirmado que los móviles tendrán que tener baterías extraíbles en 2027. Eso sí, el Consejo de la UE debe ahora aprobar formalmente el texto antes de su publicación en el Diario Oficial de la Unión y la entrada en vigor de las medidas no se prevé hasta el año 2027.
Regresan las baterías que se pueden extraer
El Parlamento Europeo ha dado luz verde a la nueva normativa sobre diseño, producción y gestión de residuos para todo tipo de baterías y pilas vendidas en la Unión Europea. Los eurodiputados han respaldado con una amplia mayoría (587 votos a favor, 9 en contra y 20 abstenciones) el texto salido de las negociaciones con el Consejo de la UE.
De esta forma, habrá próximamente una nueva legislación sobre pilas y baterías en la UE. Este texto legal tendrá en cuenta el desarrollo tecnológico y los desafíos futuros en el sector, y cubre todo el ciclo vital de las baterías, desde el diseño hasta el momento en que se desechan.
Ya conocimos anteriormente algunas de las medidas de sostenibilidad que se barajaban a nivel continental, incluyendo la imposición del cargador único de USB Tipo-C para todos los dispositivos y todos los fabricantes.
Sin embargo, los móviles del futuro que se comercialicen en el futuro tendrán toques del pasado, puesto que esta nueva normativa también pretende «garantizar que el diseño de las baterías permite a los consumidores retirarlas y sustituirlas con facilidad». Esta es una de las nuevas normas que tendrán que cumplirse para ajustarse al marco legal impuesto, volverán las baterías extraíbles.
De un tiempo a esta parte, los distintos fabricantes de móviles habían optado por instalar las baterías de forma estanca, con carcasas fijas y teniendo que pasar por el servicio técnico para poder acceder a ellas en caso de incidencia. A partir de que entre en vigor la nueva normativa, que tu batería desfallezca no marcará el fin de uso de tu smartphone y la necesidad de comprar un móvil nuevo, sino que podrás seguir dándole uso.
Esta medida podría suponer cambios en el diseño de los dispositivos. Supuestamente, que los usuarios no tuvieran acceso a la batería hacía que fueran más delgados y que estuvieran construidos de un solo tipo de material. Además, favorecían a tener un sellado hermético, por lo que es menos probable que entre polvo o agua en el interior de la batería.
Otras medidas de la nueva normativa
El retorno de las baterías extraíbles no es el único punto que refleja el texto preliminar de la normativa sobre pilas y baterías de la Unión Europea. En el texto también figuran otro tipo de medidas sobre las baterías de vehículos eléctricos, huella de carbono, pasaporte digital para baterías, niveles de recuperación y reutilización, etc.
Las medidas principales son:
- Una declaración y etiqueta obligatorias sobre la huella de carbono, para las baterías de vehículos eléctricos y medios de transporte ligeros (como bicicletas y patinetes eléctricos) y las baterías industriales recargables con una capacidad superior a 2kWh
- Garantizar que el diseño de las baterías permite a los consumidores retirarlas y sustituirlas con facilidad.
- Un pasaporte digital para las baterías de medios de transporte ligeros, las baterías industriales con una capacidad superior a 2 kWh y las baterías de vehículos eléctricos
- Política de diligencia debida para todos los operadores del sector, excepto las pymes
- Objetivos estrictos de recogida de residuos: para las baterías portátiles, el 45% antes del fin de 2023, el 63% en 2027 y el 73% en 2030; para las baterías de medios de transporte ligeros, el 51% en 2028 y el 61% en 2031
- Niveles mínimos de recuperación de materiales de las pilas: litio, el 50% en 2027 y el 80% en 2031; cobalto, cobre, plomo y níquel, el 90% en 2027 y el 95% en 2031
- Niveles mínimos de reutilización de material del proceso de fabricación y consumo para usar en nuevas baterías: ocho años tras la entrada en vigor del reglamento, el 16% para cobalto, el 85% para plomo, el 6% para litio y el 6% para níquel; 13 años después de la entrada en vigor, el 26% para cobalto; el 85% para plomo, el 12% para litio y el 15% para níquel.
Como ya hemos mencionado, y pese a que los movimientos por parte de la UE son claros al respecto, el Consejo de la UE debe ahora aprobar formalmente el texto antes de su publicación en el Diario Oficial de la Unión. Por lo que todavía queda un cierto camino por recorrer hasta que podemos ser testigos de los cambios. Sin embargo, pueden suponer un buen punto de partida para conocer hacia qué dirección se mueve el sector.