La supernova más cercana en una década aporta nuevos datos de las explosiones estelares

Desde el año 2014 no se registraba una explosión estelar como la que se produjo en el mes de mayo. Los astrónomos se sorprendieron por la majestuosidad de esta supernova que cientos de profesionales se apresuraron a observar después de su descubrimiento por parte del japonés Koichi Itagaki. Uno de los grupos que se concentró en su estudio fue el del profesor Alex Filippenko, que curiosamente había conseguido fotos de la supernova la noche anterior justo antes de que explotase.

Analizando la explosión de la supernova

El equipo que lideró Filippenko se concentró en analizar los datos de la espectropolarimetría que hicieron con los datos de la estrella. Así es como apreciaron detalles que, hasta ahora, no habían sido analizados en la explosión de ninguna supernova. Por ejemplo, nunca se había podido analizar la polarización de la luz de una explosión estelar que se hubiera producido tan cerca. Así llegaron a identificar la forma y la extensión que llegó a tener el material expulsado en la supernova.

Tal y como dice el profesor, cuando se produce la explosión se generan una serie de ondas que hacen que todo brille de una manera muy llamativa. Todavía no saben con exactitud si lo que genera este fenómeno es la radiación ultravioleta o la onda expansiva, pero sí que tienen claro que, gracias a ello, un análisis de espectropolarimetría puede ayudarles a verlo todo con más claridad. Y los datos que se recogen de ello resultan de lo más valiosos.

Otro de los estudios se llevó a cabo en una universidad distinta, en UC Berkeley, donde los datos espectroscópicos se utilizaron con un objetivo diferente. En este caso su intención era conseguir llegar a representar la historia de la supernova tanto antes como después de la explosión. Eso les ha permitido saber que, en los últimos años, la estrella había estado expulsando gas. Si bien solo hacen estimaciones en las que no quieren dar información definitiva, creen que se habría llegado a producir la expulsión de un 5% de gas de la masa de la estrella. Gracias a estos datos y a otros que están en desarrollo gracias a la explosión de la SN 2023ixf, se podría llegar a descubrir mucho sobre las supernovas, en especial acerca de las de tipo 2, categoría en la que se engloba esta.

Decenas de estudios relacionados

El mundo de la astronomía se ha quedado totalmente impresionado con la manera en la que la supernova SN 2023ixf lo ha cambiado todo. Nunca antes se habían publicado tantos estudios vinculados a una misma explosión estelar, contándose estos por decenas. Algunos son más interesantes que otros, mientras que también hay algunos que se pisan entre sí a la vista de lo complicado que hubiera sido, en el momento, poner de acuerdo a distintos grupos de astrónomos. Pero esto no le quita mérito a que esta explosión ocurrida en mayo se haya transformado en uno de los momentos clave de la historia de la astronomía en 2023.

Uno de los puntos clave en los que hace especial hincapié la profesora Raffaella Margutti, es en cómo la información obtenida en estos estudios supera en mucho a lo que se había conseguido con anterioridad de la mayoría de supernovas. Porque se han usado unos sistemas que abren un camino de investigación nuevo que supera todo lo registrado hasta ahora. Principalmente comenta que no hay muchas ocasiones en las que, como ahora, se hayan registrado absolutamente todas las longitudes de onda emitidas en la explosión. No solo las ópticas o ultravioletas, sino también las de rayos X o las de radio. Todas. Eso es algo que les va a dar mucho trabajo en el futuro, puesto que tal y como ella dice, simplemente acaban de escribir el primer capítulo de una investigación mucho más larga.

Si te apasiona la investigación de las supernovas como a los astrónomos que han participado en estos estudios, te recomendamos que eches un vistazo a los estudios que hemos enlazado a lo largo de la noticia. ¡Seguro que no es la última vez que hablamos de estas explosiones estelares!