Podríamos haber matado accidentalmente la única forma de vida encontrada en Marte
La relación de la humanidad con Marte está siendo complicada. Hemos convertido este mundo marciano en una obsesión hasta tal punto de influir en él de maneras inesperadas. ¿Qué pensarías si te dijésemos que hace 50 años se descubrió vida en el planeta rojo y que nosotros la eliminamos?
El profesor Dirk Schulze-Makuch ha hablado en su última publicación sobre algo que también ha pasado por la cabeza de otros científicos y que, indudablemente, les quita el sueño. ¿Y si estamos buscando vida en Marte cuando somos nosotros los que hemos acabado con ella? Porque hace 50 años, la humanidad no se andaba con pies de plomo como ahora.
Unos experimentos extraños
No se habla de ello habitualmente, pero en la década de los 70, la NASA mandó dos módulos de aterrizaje Viking a Marte que tenían el objetivo de hacer historia. El motivo es que llevaron a cabo unos experimentos que nunca se han vuelto a replicar ni en Marte ni en ningún otro planeta. Estos experimentos tenían el objetivo de detectar vida extraterrestre (a un nivel científico, no buscando alienígenas escondidos en cuevas).
Todos los documentos que se conservan de esa misión de la NASA son tan ambiguos, tan poco detallados y tan incompletos, que hacen dudar a muchos científicos. Se sabe, eso sí, que el experimento se dividió en tres pruebas: una relacionada con detección del metabolismo microbiano, otra sobre la síntesis orgánica y una tercera acerca del intercambio de gases. En los dos primeros casos el resultado inicial fue prometedor: se detectó vida. En el caso del tercer experimento, el resultado fue negativo. Los científicos de la época se mostraron confundidos por estos resultados, pero la misión prosiguió.
La situación se complica
Aunque al principio todo apuntó a que era una misión que prometía grandes resultados, los científicos de la NASA terminaron por tirar la toalla. Se encontraron demasiados obstáculos por el camino y daba la sensación de que, al final, se habían confundido debido al ansia que tenían de encontrar vida. Se concluyó que los compuestos orgánicos encontrados podrían haber procedido de la Tierra y que Marte, por lo tanto, habría sufrido cierta contaminación terrícola.
El final de la investigación se produjo entre la frustración y el desdén de un equipo que había perdido la fe. Y en el momento en el que el especialista Gerald Soffen, que lideraba la misión, dijo «No hay cuerpos, no hay vida«, todo acabó.
Lo que hizo la humanidad
Ahora, la historia que cuenta Dirk Schulze-Makuch es muy distinta y mira en perspectiva unos sucesos ocurridos hace cinco décadas dentro de unos conocimientos distintos de Marte. Hoy día se ha explorado mucho más el planeta y se han detectado sustancias, pero nunca se ha llevado la investigación hacia la búsqueda de muestras de vida. No obstante, es posible que nunca se encontraran, porque el propio experimento que se realizó en los años 70, habría acabado con ellas.
El motivo de ello es que las pruebas que se realizaron hace cinco décadas se basaron, sobre todo, en echar agua sobre la superficie de Marte. Como decíamos, las primeras pruebas mostraron indicios de vida, pero el último experimento falló. El rastro había desaparecido. Lo que cree este profesor, así como muchos de sus colegas, es que lo que ocurrió es que se sometió a una superficie árida a una cantidad de agua en la que esa vida no pudo sobrevivir. Porque es lógico que un volumen de agua superior al que esas sustancias vivas pudieran soportar sería letal.
Para argumentar mejor su punto de vista compara la situación con lo que ocurre en algunos desiertos del mundo, donde hay formas de vida y microorganismos que no necesitan agua de lluvia, puesto que consiguen el agua necesaria de otras formas. Y también pone un ejemplo sencillo que ayuda a entender mejor lo que está explicando, dado que dice que sería lo mismo que si una nave extraterrestre encuentra a un humano con sed en el desierto y lo suelta en medio del océano porque está lleno de agua. Esa no sería la solución para que sobreviviera por mucho que así lo pudieran pensar.
Por todo ello, lo que defiende este científico es que la NASA tiene que lanzar una nueva misión a Marte que tenga el objetivo de buscar vida o de experimentar para descubrir si existe o ha existido. Y lo cierto es que, con los medios actuales, no hay ninguna duda de que sería el momento ideal. Pero la NASA quizá esté pensando en otras cosas.