Los científicos descubren que se produce una señal un día antes de sufrir un ataque al corazón

Miles de personas mueren cada año debido a los temidos ataques al corazón. ¿Pero y si hubiera una señal precisa que nos ayudase a saber cuándo estamos cerca de sufrir uno? Una nueva investigación ha descubierto que un día antes de sufrir el infarto, las personas manifiestan una señal. ¿Será esta la forma de salvar más vidas de una manera definitiva?
A todas las personas nos preocupa sufrir un ataque al corazón. Suele llegar de imprevisto y es difícil anticiparse. Nos da miedo, porque una vez lo sufrimos nuestro destino queda relegado al azar, contando con posibilidades de sobrevivir o de fallecer. De hecho, las enfermedades del sistema circulatorio representan la principal causa de muerte en España. Por ello, si hubiera una forma de anticiparse al infarto, podría ser la respuesta a que perdiésemos esos miedos.
Una investigación complicada
Por supuesto, te puedes imaginar que un tema tan complejo como este no es fácil de investigar. El equipo que se ha ocupado del trabajo en el Instituto Smidt Heart de Cedars-Sinai en Los Ángeles ha llegado a la conclusión de que hombres y mujeres muestran una señal distinta. No obstante, en ambos casos han llegado a ver una clara manifestación que indica que, un día después de su presencia, el paciente tendrá grandes posibilidades de sufrir un ataque al corazón.
Los resultados se han reconocido como un éxito debido a que la cantidad de personas que manifiesta esa señal es de un 50%, una cifra realmente alta que podría ayudar a alcanzar ese objetivo de salvar vidas. Para presentar sus resultados, el equipo ha publicado un estudio en Lancet Digital Health, donde han detallado hasta el último de sus descubrimientos en beneficio de un elevado número de pacientes.
Anticipándose al ataque al corazón
Como te indicamos, hombres y mujeres manifiestan una señal distinta. Los hombres tienen un dolor en el pecho que resulta fácilmente apreciable y que ocurre, como te indicamos, un día antes. Por su lado, las mujeres se encuentran ante un problema por el cual les cuesta respirar de una manera normal. Ni la falta de aire ni el dolor en el pecho implican un riesgo por sí mismos, pero es muy posible que pueda ayudarnos, sobre todo si conocemos los detalles y estamos en un grupo de edad y salud que sea susceptible a sufrir un infarto.
Al mismo tiempo, hay dos señales de menor presencia, pero que coinciden en ambos grupos. Se trata de comenzar a sudar de una manera más pronunciada a lo habitual sin que exista razón alguna que lo justifique, que en algunos casos se puede llegar a completar con el padecimiento de convulsiones.
Es interesante que estos resultados sean tenidos en cuenta por parte de los propios especialistas de medicina. Responder a llamadas de pacientes o pasar consulta en centros de salud representa una enorme responsabilidad, y toda información nueva puede contribuir a una mayor supervivencia; en este caso, de una forma especialmente clara, porque se trata de detectar los ataques al corazón antes de que se produzcan.
Los científicos participantes en este trabajo recuerdan que un 90% de los ataques que se producen son mortales, por lo que cualquier medida posible de prevención tendría la posibilidad de mejorar las cifras de supervivencia. Una mayoría de nosotros tendremos el recuerdo de personas cercanas que podrían haberse librado de un destino fatal.
El estudio ha dispuesto de una muestra amplia y especialmente interesante por sus características. Se ha realizado con un amplio rango de voluntarios con edades que van desde los 18 hasta los 85 años. En los casos en los que las personas manifestaron esas señales y pudo actuarse con rapidez, se registró un aumento evidente en las posibilidades de sobrevivir. Más exactamente, concluyen que sobrevivir es cinco veces más probable que fallecer en casos de reacción inmediata y con esta información en juego.
También reconocen que su investigación sirve como forma de abrir un nuevo paradigma en la manera en la que se da soporte a personas de riesgo y que creen que será una buena manera de seguir haciendo estudios y descubriendo señales. Es posible que, en el futuro, se llegue a descubrir algo todavía más importante que pueda elevar la tasa de supervivencia incluso más. No estaría nada mal teniendo en cuenta, como decíamos, la trágica estadística que acompaña a los problemas del corazón.