La guerra que viven Samsung y Apple continúa. La fuerte competencia entre ambos gigantes de la tecnología ha provocado numerosas batallas legales entre ambas, especialmente en el sector de la telefonía móvil y tabletas, por lo que su divorcio definitivo en materia de componentes parece cuestión de tiempo.
Hace solo unos días conocíamos que un tribunal de Tokio daba la razón a Apple en el juicio que le enfrentaba a Samsung por patentes en el país nipón. La sentencia señalaba que el iPhone no vulnera las patentes en propiedad de la compañía asiática, por lo que las ventas de los terminales de la firma de Cupertino no se bloquearán en Japón.
Se trata solo del último episodio de una guerra que va camino de convertirse en histórica en el mundo de la tecnología entre estos dos gigantes. Mientras Samsung ha conseguido llegar a lo más alto en cuanto a ventas de smartphones a nivel mundial, Apple sigue cosechando éxitos con su iPhone y iPad mientras dirimen sus polémicas acerca de las patentes en los tribunales con mejores resultados para esta última que para el fabricante coreano. No en vano, la sentencia de agosto en EEUU, en la que se condenó a la compañía asiática a pagar 1.000 millones de dólares por haber copiado los equipos de Apple, supuso un punto de inflexión en la relación entre las dos multinacionales.
Apenas unas semanas más tarde Apple decidía reducir los pedidos de chips a Samsung, que hasta entonces había sido el principal proveedor de componentes y pantallas para sus equipos. El gigante de Cupertino decidía apostar por otros fabricantes como Toshiba en el suministro de algunos componentes, en un claro giro hacia lo que a largo plazo parece el objetivo de la compañía estadounidense: ser autosuficiente en el mercado de la tecnología y no depender de otros fabricantes.
Por su parte, Samsung busca alternativas a las que suministrar sus componentes y candidatos no le faltan para seguir manteniendo un elevado volumen de negocio. Un ejemplo de ello es Amazon, que se ha volcado en el mercado de las tabletas con sus Kindle Fire HD y que se abastece de las pantallas fabricadas por la firma coreana. Las altas expectativas en ventas de su tableta parecen garantizar su buena posición a Samsung con una mayor independencia de Apple, que se ha convertido en su gran rival.
No obstante, la guerra entre ambas compañías no ha llegado aún a su fin. En poco más de un mes un juez decidirá en Estados Unidos si se bloquean de forma definitiva las ventas de equipos de Samsung en el país por haber infringido las patentes de su competidor. Al margen de lo histórico que podría resultar una sentencia en favor de Apple, la decisión se perfila como un momento que sí podría ser definitivo para el divorcio entre ambas empresas.