Puede que sea la primera vez que oír hablar de este dispositivo, pero seguro que no va a ser la última. El Xiaomi Mi-One S es la nueva joyita recién lanzada de la fabricante china, y lo mejor es que se ha vendido más rápido que el iPhone 5. Sí, lo sé, parece difícil conseguir mejorar las cifras del iPhone 5, que ha conseguido dos millones de reservas en tan solo 24 horas. Pero lo cierto es que Xiaomi ha vendido 300.000 unidades del Mi-One S en tan solo 4 minutos y 12 segundos.
Y es aún más destacable el hecho de que sean ventas cerradas. Es decir, no hablamos de reservas, como era el caso del iPhone 5, sino de que en tan solo 4 minutos y 12 segundos, consiguieron vender las 300.000 unidades a los clientes, con el pago ya realizado, y el envío pendiente. Pero hay más, y es que esas cifras son las conseguidas en un solo país, en China, por lo que podéis imaginar la tirada que tendría el smartphone si se lanzara globalmente. El dispositivo llegará el año que viene a Europa, y lo podremos disfrutar también en España. De momento, las reservas realizadas, que no ventas, desde que se anunció el dispositivo, fueron de 1,1 millones, y las cifras de ventas esperadas superan el doble de las reservas.
Pensaréis qué es lo que puede tener un smartphone para venderse tan rápidamente si vosotros ni siquiera lo conocíais, y todo se puede reducir a una características, su precio.
Relación calidad/precio inmejorable
Pocos dispositivos pueden presumir de reunir buenas características y un precio económico. El Xiaomi Mi-One S es uno de ellos. Para empezar, cuenta con un procesador Qualcomm Snapdragon S4 de doble núcleo, el mismo que el del nuevo Motorola RAZR HD, para que os hagáis una idea, aunque con una velocidad de reloj mayor, de 1,7 GHz. Este chip va acompañado de una tarjeta gráfica Adreno 220, y una memoria RAM de 1 GB.
Su pantalla ya no destaca tanto, siendo de cuatro pulgada, como la del iPhone 5, pero con una resolución de 480 por 854 píxeles, con una densidad de 245 PPI. Dentro de sus características multimedia nos encontramos una cámara de ocho megapíxeles para tomar fotografías, y una cámara frontal de dos megapíxeles para videollamadas. Todo lo que capturemos con estas podrá ser almacenado en su memoria interna de 4 GB, ampliable por medio de tarjeta microSD. En cuanto a su batería, modesta, lo normal en cualquier smarpthone actual, con una capacidad de 1.930 mAh. Lo mejor es que lleva Android 4.0 Ice Cream Sandwich, pero que es actualizable a Android 4.1 Jelly Bean.
Y lo mejor, el precio. Y es que pocos dispositivos con estas características encontraréis por tan solo 190 euros libre. Es decir, por menos de 200 euros podréis tener un buen dispositivo Android, totalmente actualizado, y sin estar sujetos a ninguna permanencia con alguna operadora.