Un adolescente estadounidense ha estado a punto de perder la vida tras jugar durante tres días seguidos al Call Of Duty Modern Warfare 3. Según el parte médico, ingresó en el hospital con síntimas de deshidratación y con hipotensión lo cual estuvo a punto de provocar una parada cardiorespiratoria.
El pasado 18 de julio un jóven taiwanés perdió la vida tras jugar 40 horas sin parar al Diablo III y desde Estados Unidos llega un nuevo caso que ha podido acabar en tragedia sino llega a ser por la intevensión de la madre del jóven.
Tyler Rigby, adolescente de 15 años y residente en Ohio tuvo que ser ingresado tras jugar durante tres días prácticamente sin pausas al Call Of Duty. La madre declaró a los medios de comunicación que antes de que se desmayara «parecía completamente ido y tenía la mirada perdida». Según apunta el Huffington Post, el jóven se recupera en el hospital y será dado de alta en breve, lo que no podrá hacer es jugar a la Xbox 360 ya que su madre la ha tirado a la basura.
Las famosas pausas de control
Estos casos no son aislados, muchos jugadores han sufrido las consencuencias de jugar a los videojuegos sin descanso. Los principales fabricantes recomiendan hacer pausas prolongadas tras 2 horas de juego, incluyendo además una buena hidratación para evitar problemas como los del jóven estadounidense. Además las personas que sufren epilepsia deben extremar las precauciones para evitar males mayores.
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