Parece cuestión de tiempo que llegue a España, pero en otros países el fin de las tarifas planas de ADSL es ya una realidad. Tales son los casos de Canadá y Estados Unidos. En este último cada vez más compañías se suman a la tarificación al usuario en función del volumen de tráfico que éste consuma.
El pasado mes de febrero conocíamos cómo los ciudadanos de Canadá comenzaban a despedirse de las tarifas planas de banda ancha fija. Justificado el cambio porque «el modelo de acceso ilimitado y la tarifa plana no es sostenible», tal y como ya han afirmado incluso los grandes operadores europeos, desde el mes de marzo algunos operadores canadienses ofrecen tarifas limitadas de 25 GB al mes con la posibilidad de contratar paquetes extra de 40 GB mensuales.
Hace algo menos de un año fue el operador AT&T quien inició este proceso de eliminación de las tarifas planas, en este caso en Estados Unidos, donde continúa el desmantelamiento de este modelo. El argumento fue la descongestión de sus redes y que realmente la inmensa mayoría de los usuarios no exprimen al máximo sus tarifas ilimitadas (el 98% de los usuarios utilizan menos de 2 GB de datos, aseguró el operador).
El operador siguió empeñado en acabar con todas sus tarifas ilimitadas fijas y en marzo de este año lanzó sus ofertas definitivas: una con un máximo de 150 GB al mes y otra con 250 GB mensuales. Superado el límite marcado por estas tarifas, se puede contratar un paquete de 50 GB extras por 10 dólares extra al mes (7,2 euros). De este modo, AT&T se sumaba a Comcast en su premisa: «Quienes consumen más tráfico deben pagar más«.
Este es el argumento dado para la eliminación en otros países más cercanos como en el caso de Reino Unido, donde la filial de Telefónica, O2, impuso límites de consumo mensuales y en caso de ser superados se ralentizan las conexiones (práctica conocida como throttling).
En nuestro país ningún operador se ha atrevido a anunciar aún que acabará con este modelo extendido en las conexiones de banda ancha fija. Hace unos meses conocimos que Movistar contaba con las herramientas para aplicar las llamadas «Políticas de Uso Razonable» (FUP) en sus conexiones fijas que servirían para filtrar el tráfico y acabar así con las tarifas planas. El operador insistió en que no impondría este tipo de límites y que continuará ofreciendo tarifas planas como hasta ahora, pero habrá que ver si no se importan los modelos norteamericanos en los próximos meses.